Cunit no celebrará la Festa Major ni actos populares este verano y que son difíciles de organizar por la concentración de personas. El dinero de esas celebraciones se destinará a servicios sociales y a ayudar al comercio.
Pero hay un acto de ámbito internacional que podría acoger el 31 de julio. Cunit estudia ser sede de la carrera de palomas mensajeras más importante del mundo. Hasta ahora ese encuentro se celebraba en Barcelona, pero el gestor de aeropuertos Aena pone problemas por el riesgo de soltar a más 20.000 palomas.
Esa suelta de palomas mensajeras se celebra desde hace más de un siglo en Barcelona. Está organizada por la asociación Cureghen y reúne a aficionados a la columbofilia de todo el mundo. El Internacional de Barcelona es el más destacado de las carreras de palomas mensajeras.
El concejal de Gobernación de Cunit, Xavier Lorenzo, explica que los organizadores «al no poder realizar la suelta en Barcelona, han propuesto Cunit». Tradicionalmente se realizaba a principios de julio, pero este año se plantea para el 31 de julio.
Lorenzo explica que se estudia la infraestructura y posibilidades del acto con garantías. El Ayuntamiento plantea como emplazamiento la explanada del Font. Es la salida de la carrera de palomas y gana la que llegue a su casa en Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, Portugal o el Reino Unido.
Poner en el mapa
El acto moviliza a grandes camiones en los que van las jaulas. Para Lorenzo acoger la suelta supone «poner en el mapa a Cunit», por lo que se va a estudiar su celebración. La suelta apenas dura unos minutos, pero atrae a aficionados que pasan el fin de semana en la zona, por lo que sería un impulso para el comercio.
Lo espectacular es la apertura de jaulas. Tras salir, las aves dan vueltas en el aire formando una nube para orientarse y comenzar un vuelo de miles de kilómetros casi a 90 kilómetros a la hora. No todas llegarán a su destino.
Además de prestigio para el propietario, el ganador se puede llevar 6.000 euros. La tecnología GPS calcula la salida y el punto de llegada al palomar. La paloma que registre la mayor velocidad es la ganadora.
La historia de la carrera comenzó el 22 de julio de 1906 en el Tibidabo de Barcelona. Se la conoció como la carrera de los belgas porque la impulsó la sociedad belga Unión y Progreso. Entonces fueron 1.160 palomas.
La ganadora de la edición de 2017 en la Internacional de Barcelona fue un ejemplar holandés que recorrió 1.148 kilómetros en 28 horas a 882 metros por minuto. Por buenos ejemplares se pagan entre 1.000 y 3.000 euros.