El proyecto de Hard Rock en la Costa Daurada toma forma. Hace un par de semanas se despejaron las dudas que habían girado alrededor de esta inversión durante meses –y años–. La Generalitat autorizó la licencia de casino que debe hacer posible el macrocomplejo de ocio y juego. Fue un paso clave. Pero faltaba algo imprescindible para que la adjudicación de la autorización fuera efectiva y no quedara en papel mojado. La firma norteamericana debía depositar una fianza de diez millones de euros. Tenía diez días hábiles de plazo. Ayer terminaba el tiempo. Y el dinero ya estaba en la caja.
Así lo confirmó el Departament d’Economia de la Generalitat, que recordó que en junio de 2017 Hard Rock ya había hecho una aportación de tres millones de euros como garantía provisional para poder participar en el concurso. Y ahora ha sumado los siete que faltaban. «La fianza está depositada y formalizada», apuntaban ayer desde el Departament. Así que, ahora sí, el procedimiento sigue su curso tal y como estaba previsto y como se anunció hace un par de semanas.
El conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet –una de las caras visibles al frente del proyecto en los últimos años– considera que el macrocomplejo hará que el territorio sea «capital del turismo a nivel mundial». Hecho este trámite, ahora quedan pendientes cuestiones urbanísticas y varios pasos más. El Govern tiene que «empezar a poner negro sobre blanco» con la aprobación de los instrumentos urbanísticos derivados del Pla Director Urbanístic, tanto de mejora urbana como de urbanización y reparcelación.
Es un proceso lento. Pero el calendario con el que se trabaja marca que las obras podrían empezar antes de junio de 2019. Y la primera fase del complejo debería entrar en funcionamiento entre 2021 y 2022. Sea como sea, la previsión es que en las próximas semanas la compañía y la Generalitat den a conocer los detalles de la inversión en una comparecencia conjunta. De momento, no hay fecha fijada. Será «en breve», dijeron hace ya dos semanas.
«Es un proyecto que tira adelante y quizás alguien se puede sorprender porque puede pensar que se había perdido el hilo y había quedado paralizado», apuntó Calvet, quien añadió que «hemos trabajado en silencio pero de forma continuada para hacer posible este proyecto de mejora de nuestra industria turística, de la economía y de la ocupación en el Camp de Tarragona y Catalunya».
Plazo de tres años
El Pla de Millora Urbana (PMU) se comenzaría a redactar en octubre. A mediados de 2019 se aprobaría. Y poco después arrancarían las obras. Allí se abriría el periodo para que la multinacional desarrolle su propuesta arquitectónica, con las instalaciones y equipamientos.
Pero para ello, apuntó también en su día el Govern, deberán tener las licencias urbanísticas pertinentes, es decir, deben darse las condiciones requeridas para otorgar las licencias de edificación municipales. Cuando falten tres meses para que finalice el plazo de tres años del desarrollo de las obras es cuando deberán pedir la autorización para la apertura del casino.