Ucrania empezó el año marcando sus objetivos para 2024 y solicitando más ayuda de los aliados mientras Rusia reanudaba sus bombardeos masivos sobre el territorio del país vecino, causando al menos cinco muertos y más de 120 heridos.
«El número total de víctimas en Ucrania aumentó a 127. Cinco personas murieron», escribió el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania en su canal de Telegram.
Poco antes, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había informado de cuatro muertos y 92 heridos en los ataques rusos.
Zelenski agregó que Rusia había lanzado «casi un centenar de misiles de diversos tipos», 70 de los cuales fueron derribados.
Según el mandatario ucraniano, los Patriot, los Iris y los Nasams, suministrados por los socios occidentales de Ucrania, ya han salvado «cientos de vidas».
En este sentido, aseguró que este año Ucrania continuará trabajando con todo el mundo para «fortalecer aún más» su escudo aéreo y hacer que Rusia sea responsable de sus ataques.
El comandante de la Fuerza Aérea de Ucrania, Mikola Oleschuk, señaló en la misma aplicación que Rusia repitió hoy el ataque del 29 de diciembre, el mayor desde el inicio de la guerra, tanto en términos de los tipos de misiles que utilizó como en lo que se refiere al número de medios de ataque empleados.
Los militares rusos informaron, por su parte, de que los objetivos de los ataques de este martes eran empresas militares y almacenes con armas occidentales en territorio ucraniano.
Kiev pide más ayuda
Zelenski también informó de que había empezado el año con conversaciones internacionales, como la que sostuvo con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, para «fortalecer la defensa» de Ucrania, en particular su escudo antimisiles.
«Agradezco a Justin su disposición para ayudar a fortalecer la defensa del cielo ucraniano, en particular por el suministro de Nasams adicionales», señaló Zelenski.
También el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, pidió a los socios extranjeros que respondan con decisión a los nuevos ataques rusos, que calificó de «terroristas», e instó a que adopten medidas y, ante todo, a que aceleren el envío de ayuda militar, en especial de sistemas de defensa antiaérea.
Kuleba pidió drones de combate y misiles con alcance de más de 300 kilómetros. Por otro lado, propuso dedicar los activos rusos congelados por las sanciones a cubrir los gastos de las necesidades ucranianas y poner fin a todo contacto con diplomáticos rusos.
Aislar Crimea
En cuanto a los objetivos militares de Ucrania para este 2024, Zelenski dijo en una entrevista con The Economist que Kiev quiere «cortar» las vías que unen la anexionada península de Crimea con Rusia y defender las regiones orientales y sureñas del país.
«Defender el Este, salvar estas importantes ciudades ucranianas del este y el sur como Járkov, Dnipró, Zaporiyia, Jersón y Mikoláiv», indicó el mandatario ucraniano al enumerar los objetivos para 2024.
Zelenski insistió en que el puente de Kerch, que une Crimea con Rusia, es «un objetivo militar» para Kiev, que no cejará en los intentos de destruir esa infraestructura para aislar la península.
«Rusia debe saber que para nosotros (el puente de Kerch) es un objetivo militar», espetó.
El puente, inaugurado en 2018 y considerado el más largo de Europa, ya fue atacado en varias ocasiones por las fuerzas ucranianas, pero Rusia siempre ha logrado restaurar los daños causados por Kiev.
Nuevos ataques a Bélgorod
También Ucrania continuó hoy los ataques contra territorios fronterizos rusos y volvió a bombardear la región de Bélgorod, dejando al menos un muerto y cinco heridos.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó hoy de tres intentos de las fuerzas de Kiev de atacar la región fronteriza de Bélgorod.
En total, según los militares rusos, fueron destruidos 17 misiles ucranianos en lo que va del martes.
Mientras, el alcalde de Bélgorod, Valentín Demídov, informó de unas 60 viviendas dañadas por los ataques de hoy y pidió a los habitantes de la ciudad que no salgan a la calle.
El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió la víspera de que el bombardeo ucraniano de la capital de Bélgorod, donde el sábado murieron 25 personas y más de un centenar resultaron heridas, no quedaría sin respuesta.