Este miércoles a las seis de la tarde se celebrará la polémica exhibición de Fórmula 1 en el centro de Barcelona, que supondrá cortes en varias calles de la ciudad condal, así como una gran aglomeración de turistas que visitaran la ciudad para ver de cerca a Carlos Sainz y otros pilotos.
Esta exhibición, según ha detallado el Ayuntamiento de Barcelona, provocará restricciones y afectaciones en la movilidad a lo largo de la semana, en días y horarios diferentes, dependiendo del tipo de vehículo, servicio y día. Las restricciones de paso afectarán principalmente a los vehículos privados y al transporte público que circulen por las vías transversales al Passeig de Gràcia, desde la calle Aragó hasta la plaza Catalunya, es decir: Consell de Cent, Diputació, Gran Via de les Corts Catalanes, Casp y Ronda Sant Pere. Los cortes también provocarán que los peatones (a partir de las 15:00 y hasta las 20:00), no puedan cruzar el Passeig de Gràcia.
Un centenar de entidades vecinales, sociales y ambientales ya han anunciado la intención de protestar contra el evento. Jordi Elgström, de la entidad Eixample Respira, ha lamentado que se contemple ocupar las calles del centro de Barcelona para realizar un espectáculo “contaminante, excéntrico y privado” con el “beneplácito” del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat.
La otra cara de la moneda la viven los negocios de la zona, quienes se ven beneficiados de este tipo de eventos que conllevará que una gran cantidad de personas, probablemente, harán gasto en sus establecimientos.
Las entidades organizadoras de la protesta reclaman la suspensión de macroeventos que convierten la ciudad en “un parque de atracciones”.
“Parque de atracciones”
Son muchos los vecinos de la Part Alta de Tarragona que tienen una opinión similar, ya que la gran mayoría de actividades de la ciudad se centralizan en esta zona. Esto provoca que una gran masificación de turistas llenen las calles y no se tenga en cuenta el espacio de los vecinos que conviven todos los días del año en la Part Alta.
También tiene relación la cantidad de pisos turísticos y los cruceristas que invaden la ciudad en esta época del año.