PNV, ERC y EH Bildu han despejado este viernes la tramitación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023 al renunciar a presentar enmiendas a la totalidad, algo que sí han hecho PP, Vox, Ciudadanos, JxCAT, Foro Asturias, la CUP y los diputados expulsados de UPN.
Este viernes finalizaba el plazo para registrar las enmiendas a la totalidad de las cuentas públicas, que se debatirán los días 26 y 27 de octubre en el Pleno del Congreso y que, de prosperar alguna de ellas, tumbarían los Presupuestos como ya ocurrió en 2019.
Como en años anteriores, la atención estaba centrada en PNV y ERC, cuyos votos son fundamentales para que las cuentas prosperen y que en los últimos días habían advertido de que la negociación con el Gobierno no estaba cerrada. Finalmente, ninguno de los socios tradicionales del Gobierno ha presentado enmienda de devolución.
ERC y EH Bildu han justificado su decisión de no presentar enmienda de devolución para permitir que continúen las negociaciones con el Gobierno, aunque han advertido de que todavía no han decidido el sentido de su voto para el debate de la próxima semana.
PNV, por su parte, ha renunciado al veto tras alcanzar un acuerdo para renovar la ley quinquenal del cupo en los mismos términos que la actualmente en vigor, un pacto que no cierra una negociación que «sigue abierta».
El PP Carga contra unas cuentas «irreales» y «electorales»
PP ha justificado su petición de devolver las cuentas al considerarlas «irreales» y «electorales», ha asegurado su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, quien ha añadido que «olvidan a las clases medias en el peor momento».
«Pedimos unos presupuestos que estén enfocados a la realidad de la sociedad española» frente a unas cuentas que «no están pensadas para solucionar los problemas de los españoles, sino para solucionar la vida del presidente Pedro Sánchez», ha resumido Gamarra.
Vox ha ido más allá al tachar los Presupuestos de «irresponsables» y ha pedido unas nuevas cuentas que sustituyan a las actuales, que en su opinión nacen «viciadas» porque sus previsiones de ingresos no coinciden con las de otros organismos.
Ciudadanos ha centrado el rechazo a las cuentas por incluir la revalorización de las pensiones con la inflación, una subida «disparatada» que «va a hacer reventar nuestro sistema de pensiones» con el único objetivo de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pueda «costearse la campaña electoral más larga» de la historia.
JxCAT ya avanzó este jueves que vetaría las cuentas porque «no podemos normalizar que el Gobierno no pague nunca» y, en su opinión, «ser útil» es «denunciar» la «tomadura de pelo» que suponen los Presupuestos.
Asimismo, han registrado vetos Foro Asturias -por considerar el Presupuesto «decepcionante e inservible para el mejor futuro de españoles y asturianos»- y los diputados navarros suspendidos de militancia de UPN, al considerar que es un Presupuesto «irreal» y «opaco», que además resulta «injusto con Navarra en materia de inversiones».
La CUP ha rechazado apoyar las cuentas de un gobierno que «avala el espionaje contra el independentismo» y las ha vetado porque «no apuestan por la necesaria transición ecosocial ni el reparto profundo de la riqueza».
En cambio, no ha presentado veto Coalición Canaria, que sí lo hizo el pasado año, tras cerrar esta misma semana un acuerdo presupuestario con el Gobierno que asegura el cumplimiento del régimen especial fiscal de Canarias y posibilita la reconstrucción de La Palma.
Tampoco BNG ha registrado veto, aunque advierte de que todavía no ha decidido el sentido de su voto, ni PDeCAT, que considera esta opción poco responsable.