La directora Marie Nöelle estrenaba ayer en España «Marie Curie», un biopic que solo se ocupa de unos cuantos años de la vida de la espectacular científica polaca, que todavía mantiene el récord de ser la única ganadora de dos premios Nobel: «Me fascina. Aún hoy, Marie Curie es la gran inspiración».
«Se trata de una biografía atípica, por cuanto solo recorre seis años de su vida, pero es que la vida de Marie Curie fue demasiado intensa, espectacular», explica Nöelle en una entrevista en la que descubre que su pasión por la polaca, nacionalizada francesa, se inició en su infancia cuando su madrina le regaló una biografía suya.
Notable como científica (ganó dos premios Nobel en dos categorías distintas, Física y Química) es también muy desconocida como mujer. «Vi un montón de fotos suyas donde siempre tenía el ceño fruncido. Quería saber qué tipo de mujer era; los hechos están en las enciclopedias, pero cómo era como madre o qué hizo para superar el dolor por la muerte de su marido», se pregunta. Y encontró unos diarios «increíblemente bonitos, y muy bien escrito», se emociona Nöelle.
‘Vi un montón de fotos suyas en que siempre tenía el ceño fruncido’Confiesa que fue leyendo revistas y periódicos de principio de siglo como se enteró, no hace mucho, del escándalo sexual que protagonizó la ya por entonces viuda de Pierre Curie: «Ella tenía 38 años, y se enamoró de Paul Langevin, lo cual es muy normal; él era un hombre brillante, pero mal casado, de quien la sociedad conocía múltiples escarceos. Pero convirtieron a Marie en la mala. Es increíble la violencia de los artículos de la época contra ella».
La cineasta se puso en contacto con sus descendientes para descubrir que la nieta de Marie Curie se había casado con un nieto de Paul Langevin: «Ahí ya sí que vi claramente que debía contar una historia romántica».
«Es una película sobre una mujer muy fuerte, con mucho coraje, pero Marie Curie no era feminista -aclara-, ella no tenía ni idea que se eso existiera; su magia, su milagro, es que todo lo que hacía le salía de manera natural. Hacía lo que le parecía bien sin tener en cuenta convencionalismos o lo que era correcto o no, era libre, un espíritu libre».
Confiesa que conocer a la mujer le impresionó «aún más» que conocer a la científica :«Es una superheroína del siglo XX».«Eso me fascina -continúa Nöelle- porque hoy sigue siendo difícil para las mujeres, no solo en la ciencia, en el cine también, ese problema lo conocemos todas. Pero ella no pensaba en injusticias, ni se rebelaba, solo hacía lo que tenía que hacer. Esa es la gran inspiración», considera.
«Estos Curie eran muy sensuales, porque es muy parecida la excitación de la ciencia a la del sexo», dice Nöelle, que sabe de lo que habla pues ella misma es matemática y su marido, el también cineasta alemán Peter Sehr, fallecido en 2013, era físico: «Todos los científicos que conozco, sobre todo si son talentosos, son como artistas: aman la vida de una manera muy profunda».