De todos es sabido -y si no, lo reiteramos- que el pueblo marinero de Les Cases d’Alcanar, en la comarca del Montsià, es un paraíso gastronómico.
Clientes de toda España saben de los magníficos arroces y mariscos que elaboran los más de una decena de restaurantes abiertos en el pueblo.
Uno de los secretos es la calidad de sus peces y mariscos pescados en la zona. La distancia entre la barca de pesca que amarra en el puerto con la de la cofradía que comercializa el producto y el restaurante que lo prepara no supera, en algunos casos, los cien metros. Es producto de proximidad kilómetro cero llevado al extremo.
Y entre los mariscos, el rey es el langostino. A este manjar un total de ocho restaurantes de Les Cases d’Alcanar dedican unas jornadas gastronómicas, que alcanzan este año la sexta edición.
«En el pueblo tenemos el privilegio de disponer de langostinos todo el año. En los meses más cálidos gracias a la pesca del tresmall y en invierno a los barcos de arrastre», señala Maribel Fibla, de Casa Ramon y portavoz del Col·lectiu Gastronòmic d’Alcanar i Les Cases, asociación de reciente creación y formada por diez restaurantes.
No extraña, pues, que los cocineros sean expertos en su elaboración. Los restaurantes ofrecen hasta el 1 8 de junio, fecha límite, menús que oscilan de los 28 a los 40 euros, de cocina tradicional y más innovadora.
Incluyen platos tan exquisitos como el capritxet de canelones con langostino y rape, carpaccio de langostinos acompañado de vinagreta de piña y pistachos o arroz melós de langostinos.
«Es cierto, nuestra cocina es conocida, nuestro producto es muy bueno y contamos con bastantes restaurantes pero en esta época del año la gente está más parada y las jornadas nos ayudan», remata Fibla. Todos los menús se acompañan con los vinos de calidad de la DO Terra Alta.
El alcalde de Alcanar, Alfons Montserat, ha agradecido el esfuerzo de los restaurantes de Les Casos que «generación tras generación trabajan de forma artesanal y tienen un buen trato con el cliente, un cliente que le gusta disfrutar de la vida tranquila de nuestro municipio».
Las jornadas, añade el alcalde, encajan a la perfección «con nuestro modelo de turismo familiar, que potenciamos con iniciativas como esta».
La sede de la cofradía de pescadores fue el escenario elegido para presentar las jornadas, que terminaron con una deliciosa degustación de algunos de los platos de las jornadas gastronómicas. Y aún no habían sonado las doce.
