La rebaja del IVA de los alimentos básicos que entró en vigor el pasado 1 de enero tendrá un efecto «positivo, aunque de poca importancia» sobre el efecto redistributivo del impuesto. Serán las familias con más ingresos las que se beneficien en mayor medida de la rebaja impositiva, mientras que las de menor renta se ahorrarán menos al cabo de estos seis meses, según un análisis realizado por Fedea y publicado este viernes.
Los autores del estudio estiman que el ahorro medio para el conjunto de hogares españoles es de 32,40 euros durante los seis meses de aplicación de la medida. Como los cálculos están hecho sobre las rentas de 2019 -últimos datos disponibles-, actualizados a 2022 supondría un ahorro de 39,14 euros, concretan desde Fedea a este periódico. Esto supondría un ahorro de 6,50 euros al mes por hogar, con claras diferencias por perfil de renta.
Depende de los ingresos
Así, las familias cuyos ingresos están por debajo de 16.800 euros al año se beneficiarán de la medida con un ahorro de 22,40 euros; mientras que a partir de 43.400 euros al año el ahorro supera a la media, con 36,90 euros, llegando a los 60,70 euros de ahorro en el caso de las familias que ingresan más de 216.000 euros al año. En términos de edad, el trabajo muestra que los hogares más favorecidos por la rebaja impositiva de los alimentos en relación con su renta bruta son los integrados por mayores de 65 años.
La medida tendrá un impacto para las arcas del Estado de alrededor de 700 millones de euros, una cifra por encima de la previsión que elaboró el Ministerio de Hacienda y que hablaba de unos 660 millones. De este gasto, la mitad correspondería al beneficio obtenido por el 40% de los hogares con mayor renta.
Desde Fedea argumentan que existe un «amplio acuerdo» en que los objetivos perseguidos por los tipos reducidos de IVA pueden alcanzarse mejor utilizando otros instrumentos, sobre todo programas de gasto público. «Sería más equitativo, eficiente, efectivo y barato actuar a través de ayudas directas a las personas de bajos ingresos», señalan los economistas, que ponen de ejemplo la ayuda de 200 euros que se establece en la batería de medidas anticrisis presentada por el Gobierno.
La única ventaja que le ven a la reducción del IVA es que sus efectos son «inmediatos» desde el 1 de enero que entró en vigor el real decreto, y que llega a «todos los consumidores que lo necesitan», mientras que el cheque de 200 euros solo llegará a quienes lo soliciten y lo disfrutarán solo a partir del momento que se lo aprueben, además de suponer costes administrativos para el Estado.