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Govern de Salvador Illa, objetivo: servir a la «nació catalana»

El acto de toma de posesión de las nuevas conselleras y consellers fue sobrio y breve. Pero el discurso de Salvador Illa es afinado como las cuerdas de un Stradivarius

12 agosto 2024 20:42 | Actualizado a 13 agosto 2024 07:00
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Son días de analizar las palabras con detalle. Los sustantivos no están elegidos al azar. «Nació catalana» no es la suma de un nombre y un adjetivo cualquiera. En boca del president, Salvador Illa, es una música que no ha dejado a nadie indiferente. Fue ayer, durante la toma de posesión de las nuevas conselleras y los nuevos consellers cuando el president de la Generalitat, Salvador Illa, elogiando la «vocación de servicio» de su Gobierno «transversal, representativo, tanto territorial como socialmente del país», les avisó de que deberán servir a una «nación catalana» inserta dentro de una «España plurinacional».

El acto fue sobre todo corto, apenas 20 minutos, y las fotos más o menos aburridas (no nos pone las cosas sencillas a los periodistas este nuevo govern) ya que nadie pensó en un selfie más desenfadado, algo menos boomer que una foto fija en la que la mayoría no sabe qué hacer con sus manos.

Los 16 consejeros del nuevo Govern prometieron su cargo, en un acto institucional celebrado en el Salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat. Feina feta no fa destorb debió pensar Salvador Illa, que parece tener prisa por tomarle la delantera a todos. El maratoniano está haciendo de liebre y pretende romper el ritmo de sus rivales apretando el paso ahora que unos están desalojando los despachos y otros recuperándose del regreso más breve de la historia reciente de Catalunya.

Jean Tirole

Salvador Illa señaló en su discurso que el «denominador común» de los nuevos miembros del Govern es «una competencia probada, con trayectorias profesionales acreditadas, con independencia de criterio y con unos valores comunes, socialdemócratas y del humanismo cristiano, los dos pilares de la construcción europea». El tema de la competencia y las trayectorias profesionales parecería una obviedad, pero también se menciona. Pero lo que sí sorprende es la insistencia de Salvador Illa por enmarcar su ideología dentro de las «grandes familias» políticas europeas: la socialdemocracia y la democracia cristiana. Sorprende porque ambas están en crisis, ambas sufren el acoso de los extremos y ambas buscan desesperadamente adaptarse a los tiempos. Que sea en Catalunya donde se vuelva a oír hablar del «humanismo cristiano» en boca de un socialista es un guiño al pasado, aunque es difícil saber si el futuro ha comprendido el mensaje.

En su discurso, Salvador Illa parece elegir bien los conceptos clásicos socialdemócratas

«Como Govern de Catalunya asumiremos, en todo momento y circunstancia, nuestra responsabilidad con la búsqueda del bien común y la defensa de Catalunya como únicos criterios de actuación», ha asegurado el nuevo presidente. El economista francés y Premio Nobel de Economía, Jean Tirole, es uno de los grandes artífices de la teoría económica del bien común. La res publica. Lo común es también un adjetivo definitorio del discurso de Illa. En los tiempos del individualismo feroz y la búsqueda (necesaria) de identidades, prefiere dar prioridad a la filosofía de la juntura que diría el filósofo catalán, Josep Maria Esquirol. Seguramente Illa ha leído su obra: «Depender de los demás es un don, una suerte».

En el mismo discurso, Illa ha subrayado que «la nación catalana forma parte del espacio público compartido que es España, una España plurinacional, y del espacio público compartido que es Europa, una Europa de horizonte federal».

Asimismo, se ha comprometido a transformar Catalunya para mejorar la sociedad catalana, mediante «el diálogo, el análisis reflexivo y no precipitado y la búsqueda de consensos y acuerdos como método para avanzar», y tomando decisiones «no a la ligera, pero tampoco eternizando las cosas innecesariamente».

Los que acusan a Illa de pretender un Regreso al Pasado, no dejan de tener algo de razón. Escuchándolo una tiene la sensación de no tener canas o arrugas. Se le agradece el guiño cosmético, pero el diálogo, el «análisis reflexivo y no precipitado» no forman parte del léxico en los tiempos de X (antes Twitter). ¿Podrá Salvador Illa luchar solo contra la inmediatez, la falta de paciencia, el lo quiero para ayer? Parece improbable, pero hay una tendencia latente en Europa en favor de la serenidad mediática. No está solo Illa, pero quizás llegue demasiado tarde.

Hugo Grotius

Después de aplaudir el «traspaso modélico» del presidente saliente, Pere Aragonès, ha vuelto a tener palabras de agradecimiento para ERC y los Comunes por los acuerdos de investidura y ha reiterado su compromiso de cumplir los pactos alcanzados: «El Govern en conjunto honrará los compromisos contraídos».

Pacta Sunt Servanda. La expresión del jurista holandés Hugo Grotius (1583-1645) sobre el derecho natural en el ámbito de las relaciones internacionales, resuena en la base del discurso. El respeto a la palabra dada, que obliga contractualmente y legalmente. Grotius ‘padre’ del derecho internacional, y referencia de una intención en estos primeros días de govern socialista.

De todos los pactos el de defender un concierto económico y el catalán, resuenan como los más definitorios. «Defender el catalán no es un ataque contra nadie», dice en su discurso, y como traca final subraya «la importancia de la defensa de la lengua catalana como columna vertebral de la nación catalana».

Nación catalana, humanismo cristiano, análisis reflexivo, búsqueda de consensos, acuerdos, bien común, honrar los compromisos. Ha elegido cada concepto con microscopio cuántico, con una precisión de relojero suizo. No sabemos qué pasará con los actos, es decir, con los verbos. Pero sabemos que tiene sustantivos y adjetivos de sobras.

El tarraconense Berni Álvarez recibió ayer lunes la cartera de Esports de la mano de la consellera saliente, Laura Vilagrà (ERC). El traspaso se oficializó sobre las doce y media en el Salón Torres-Garcia, en el Palau de la Generalitat. Fue un traspaso breve en el que Álvarez y Vilagrà se saludaron y a continuación el nuevo conseller recibió un dossier que le entregó Vilagrà, que con el ejecutivo de Aragonès fue vicepresidenta y titular también de Esports.

Con el nuevo gobierno liderado por Salvador Illa (PSC) se crea la conselleria de Esports, una reivindicación del sector desde hace años.

El titular al frente de la nueva conselleria es un reusense de nacimiento, pero tarraconense desde los seis meses de edad, ex jugador de baloncesto profesional con el Pamesa Valencia. Hasta ahora, era concejal de Esports y segundo teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Tarragona.

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