La economía española necesita la recuperación del turismo. El verano será clave para empezar a compensar el histórico desplome del 11% del PIB del año pasado debido a la pandemia y el Gobierno ha flexibilizado sus normas de entrada a España a los turistas internacionales para animar la demanda. Desde este lunes, los pasajeros que acrediten estar vacunados contra la Covid-19 podrán entrar a nuestro país sin necesidad de presentar una prueba PCR.
Así ha quedado reflejado en la orden publicada el pasado sábado en el BOE por la que se modifica la de julio del año pasado que restringía temporalmente los viajes no esenciales desde terceros países a la UE por la pandemia. Eso sí, el pasajero tiene que haberse inoculado la pauta completa al menos 14 días antes de llegar a España y que la vacuna esté aprobada por la EMA (Agencia Europea del Medicamento) o la OMS (Organización Mundial de la Salud). Hasta el momento estas son la de Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Janssen, Sinopharm y Sinovac-Coronavac. También podrán entrar los menores de edad que los acompañen.
De esta forma, solo quedan excluidos de esta flexibilización de la medida los pasajeros procedentes de la India (cuarenta de 10 días obligatoria), Brasil y Sudáfrica, por seguir considerándolos países de riesgo por las variaciones del virus.
Y según las cifras había ganas de venir a España. Este lunes han operado 400 vuelos más que hace una semana, unos 1.300 en el total de los aeropuertos españoles. Y aunque suponen todavía solo una tercera parte de los que se registraban antes de la pandemia, es un soplo de aire para el sector.
15 millones en verano
El objetivo del Gobierno es que España reciba entre julio y septiembre unos 15 millones de turistas internacionales, esto es un 40% aproximadamente de las cifras prepandemia. El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, justificó esta cifra argumentando que es el doble de lo que el país recibió el año pasado gracias a la vacunación y a la mayor confianza en los viajes.
Además, el Gobierno ha flexibilizado los test exigidos a los que no estén vacunados, una de las grandes reivindicaciones del sector turístico. Así, los viajeros que lleguen a España podrán presentar tanto una PCR como un test de antígenos negativo, más económico y con resultados casi instantáneos. Es una buena noticia para el sector porque permite a los alemanes (principal mercado emisor de turistas) rebajar sus costes del viaje a España este verano.Más fácil aún es para los británicos, que por su baja incidencia acumulada no deben presentar ni siquiera este test. El problema en este caso llega desde su país, que considera a España (y a todos los países europeos) zona ámbar y exige a sus ciudadanos una PCR negativa y cuarentena al volver a su país tras sus vacaciones, lo que en la práctica está ocasionando miles de cancelaciones.
Este es el gran problema para el sector turístico este verano, a la espera de que en tres semanas Reino Unido vuelva a actualizar sus indicadores por países. Los británicos son el primer país emisor de turistas a España, con 18 millones de viajeros durante el año 2019, sobre todo a Canarias (4,9 millones), Baleares (3,7 millones) y Andalucía (3,01 millones).