El último informe del Ministerio de Sanidad antes de la 'gripalización' de la covid-19 mostró ayer un empeoramiento de la pandemia en España.
Con datos actualizados hasta el domingo, la incidencia acumulada subió cinco puntos respecto al viernes y se situó en los 466,51 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días. Las comunidades han sumado 56.633 nuevos infectados por covid desde el último informe, lo que eleva el total de contagios en la pandemia, con prueba positiva, hasta los 11.508.309.
Mientras, en los fallecidos se produce un ajuste en la contabilidad: la cifra global de muertes se sitúa en las 102.218, 174 menos que el pasado viernes, después de que Aragón depurara sus datos de decesos. En los últimos días, la presión hospitalaria cayó ligeramente. Los pacientes covid representan el 3,52% de las camas de planta (3,62% el viernes) y el 5,40% en las UCI (5,59%).
El ministerio dio por finalizada la semana pasada la fase aguda de la pandemia, en la que los casos se computaban de manera exhaustiva. Desde el lunes ya no se contabilizan todos los contagios y se ha reducido el número de pruebas diagnósticas, que solo se realizan a mayores de 60 años, personas con inmunodeficiencia, vulnerables, embarazadas y residentes en centros de mayores.
En el resto de los casos, serán los profesionales sanitarios los que determinen si el paciente con síntomas compatibles con la covid debe hacerse una PCR. De esta forma, ya no habrá visión completa de la situación de la pandemia, por lo menos en lo referente a contagios e incidencia en el conjunto de la población, y los indicadores en los que se basarán las decisiones del Ministerio de Sanidad serán la ocupación hospitalaria o la incidencia sobre los grupos de mayores.
Además, el departamento dirigido por Carolina Darias ha acabado con los períodos de aislamiento para los pacientes asintomáticos o con síntomas leves.
