El camping de la localidad gerundense de L'Escala que alojó a agentes de la Guardia Civil después del 1-O, denominado Illa Mateua, ha denunciado hoy que, desde entonces, sufre agresiones y amenazas que se agravan ahora, cuando la temporada turística está a punto de comenzar.
La directora adjunta de la instalación, Eva Trias, ha explicado hoy en rueda de prensa que han decidido hacer público el caso después de que el pleno municipal aprobase una moción el pasado 7 de mayo en la que se pedía que no se criminalizase a los Comités de Defensa de la República (CDR).
Trias ha responsabilizado a integrantes de estos CDR de las agresiones sufridas, que comenzaron con pintadas en las paredes del camping en las que se insultaba y amenazaba también al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y al delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo.
Esta responsable del establecimiento ha explicado que esa primera agresión se produjo con la llegada de los agentes de la Guardia Civil el pasado 24 de octubre.
Desde entonces, según Eva Trias, los sucesos han incluido folletos y carteles repartidos por las calles del municipio en diversos idiomas en los que se invita a los turistas a no acudir a al citado campamento o con amenazas a través de llamadas, correos electrónicos y redes sociales.
En relación a la moción del pleno, Trias ha puntualizado que les sabe mal que "la percepción que quede en la ciudadanía es que (los CDR) son gente pacífica", así como que se critique al concejal del PP de L'Escala, Joan Ball-Llosera, presente hoy en la rueda de prensa, por residir fuera del municipio.
"Él expuso la opinión de la mitad de la población y le atacan diciendo que no vive aquí ni ve la crispación cuando ellos tienen como presidente a alguien que está en Berlín", ha añadido.