Cómo mantener a raya los insectos en vacaciones

Consejos. Las picaduras y reacciones alérgicas son más frecuentes con el calor y las actividades al aire libre

18 julio 2020 08:40 | Actualizado a 24 julio 2020 17:39
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Hinchazón, enrojecimiento, molestias y picor. Son los efectos habituales en verano si nos referimos a picaduras de mosquito común y mosquito tigre o mordeduras de mosca negra. Y es que durante los meses de calor estas patologías se convierten en el origen de muchas dudas en las consultas de los especialistas, y más si se desconoce si el paciente es o no alérgico a determinados insectos. Al respecto, el doctor Òscar Sotorra, especialista en Alergología en el Hospital Universitari Sant Joan de Reus, aclara que «las picaduras de mosquito común o mosquito tigre raramente producen reacciones alérgicas, aunque se han descrito casos».

En este sentido, sobre el aspecto de las picaduras describe que «se distinguen por la hinchazón de la zona después de unas horas, dura unos días y cuando más se rasca el paciente más le pica y peores son las molestias». Si bien, en palabras del especialista, «existen personas que son más reactivas que otras a estas picaduras».

Cuando nos referimos a reacciones alérgicas por picaduras de insectos, el doctor Òscar Sotorra señala que «las más severas son las que producen los himenópteros (Hymenoptera), es decir, las abejas y las avispas, por ejemplo». «En estos casos, las reacciones alérgicas pueden ir desde la hinchazón de todo el brazo si la picadura se ha producido en la extremidad, en los casos leves; hasta la aparición de urticaria por todo el cuerpo, incluso la sensación de ahogo, bajada de la presión y la pérdida del conocimiento, en los casos más graves», describe el especialista en Alergología, quien confirma que «por suerte, este tipo de reacciones severas no son muy frecuentes, aunque algunos casos sí que los vemos en el hospital».

Tratamiento

Por ello, el doctor Òscar Sotorra asegura que «este tipo de reacciones alérgicas no las podemos prevenir». «Una vez una persona ha tenido una reacción y sospechamos que ha podido ser alérgica a una avispa o abeja, entonces se realiza un estudio y se hace el diagnóstico», afirma él mismo. Si el resultado es positivo –sigue explicando– «se puede tratar, evitando que vuelva a suceder, siempre y cuando sea una reacción importante». En este sentido, el especialista diferencia dos tipos de tratamientos. El primero –cita el doctor– «es tratar la reacción alérgica, cuando es leve, limpiando la herida, aplicando frío en la zona o administrando un antihistamínico o un corticoide en pomada o en algunos casos oral» y añade que «este tratamiento es para reacciones cutáneas en el lugar de la picadura».

En cambio, cuando la reacción es por todo el cuerpo y únicamente en la piel, el especialista del Hospital Universitari Sant Joan de Reus señala que «también se puede tratar con un antihistamínico o un corticoide», pero cuando son reacciones más severas, que pueden afectar al aparato respiratorio o el paciente puede llegar a perder el conocimiento, se debe administrar adrenalina. «Se le recetan a pacientes unos medicamentos con adrenalina autoinyectable, como un bolígrafo, para que se pueda autoadministrar en caso de reacción severa», detalla. La realidad es que cuando ocurren reacciones severas los pacientes no están cerca de un hospital, sino todo lo contrario. «Por ello, es importante, cuando se sabe que una persona es alérgica, que tenga un tratamiento. En casos de reacciones severas está indicado desensibilizar al paciente, es decir, ponerle un tratamiento de inmunoterapia específica que son las proteínas del veneno más frecuentemente implicadas en la reacción alérgica que es el veneno o algunas de las proteínas del veneno, en dosis progresivas para que el paciente desarrolle una tolerancia, y si le pica una avispa o una abeja no tenga ninguna reacción severa», detalla Òscar Sotorra. En estos casos, el tratamiento puede durar 5 años y su eficacia es del 95%. Cuando hablamos de abejas y avistas también es posible (no frecuente) el efecto tóxico. «Una persona, sin ser alérgica, puede fallecer si le pican muchas abejas o avispas a la vez», advierte el especialista.

Repelentes

Lociones, espráis, pulseras o aparatos ultrasonidos son algunos de los repelentes más populares contra los mosquitos o la mosca negra, si bien no todos tienen la misma eficacia y no todos son aptos para todo tipo de personas. Sobre este último aspecto, el doctor recuerda que «a los niños menores de 2 años no se les puede aplicar lociones, y en los infantes también deben evitarse algunas zonas como las manos para impedir que se toquen la cara o los ojos». Asimismo, el especialista asegura que «los repelentes para las abejas o avispas no tienen demasiada eficacia». También hay que tener en cuenta que la duración del efecto del repelente varía mucho dependiendo del que se utilice, ya sea por el principio activo, la temperatura ambiente, la sudoración de la persona que lo utiliza o la exposición al agua.

Las medusas

Pero junto a los mosquitos, las avispas y las abejas, las picaduras de medusas también son otra molestia frecuente en verano. «Las medusas liberan sustancias tóxicas y rápidamente, tras una picadura, se debe tratar el efecto tóxico, que puede ser doloroso y durar mucho tiempo», afirma el doctor Òscar Sotorra. «Los problemas ocasionados por garrapatas también son frecuentes en los meses veraniegos, aunque son pocas las reacciones alérgicas que pueden causar, el problema es que pueden ser transmisoras de enfermedades», apunta el especialista. Como ejemplo, él mismo hace referencia a que «existen personas a las que les ha picado una garrapata y pueden desarrollar durante un tiempo una alergia a la carne, porque las garrapatas y la carne tiene unas proteínas en común». Ante estos casos, debemos estar atentos porque «es una reacción alérgica que puede ser severa y, a diferencia de otras alergias alimentarias, no es inmediata, puede que suceda después de varias horas», describe el doctor Òscar Sotorra.

Prevención

Teniendo en cuenta que las altas temperaturas y las lluvias constantes de la primavera de 2020 han sido las condiciones idóneas para la reproducción del mosquito tigre, el cual ha tenido su mayor presencia en España respecto a los últimos cinco años, según las observaciones recibidas en Mosquito Alert, la mejor opción para evitar picaduras es alejarse de aquellas zonas donde habitan estos insectos como recipientes que puedan tener agua estancada, vestir manga larga, pantalones largos y calcetines, evitar colores oscuros y brillantes, etc.

En el caso de las avispas y las abejas también debemos evitar acercarnos a los enjambres o realizar movimientos bruscos si nos encontramos con una. En cualquier caso, toda precaución es poca si queremos que los insectos no nos fastidien el verano.

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