El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha planteado no renovar las licencias de los 10.101 pisos turísticos que existen actualmente en la ciudad condal, de manera que en noviembre de 2028 todos ellos pasen a ser alojamientos residenciales, ya sea para alquiler o venta.
Para ello, Collboni ha explicado que aplicarán al máximo el decreto ley aprobado por la Generalitat el 7 de noviembre que regula el uso de esta tipología de viviendas en municipios tensionados en este ámbito, como Barcelona o Tarragona.
Así, en noviembre del 2028, cuando pasen cinco años de la entrada en vigor del decreto, estos pisos perderán la licencia de turísticos y el consistorio no impulsará planeamiento urbanístico alguno para mantener esta figura.
El alcalde de Barcelona ha explicado que desde la entrada de su partido en el consistorio fijaron el acceso a la vivienda como una de las prioridades pero ha afirmado que los ciclos electorales les habían impedido sacar adelante algunas medidas.
Superado este ciclo, ha planteado cambios en dos ámbitos para que en Barcelona haya más oferta, que sea más accesible y que permita evitar que la gente se marche de la ciudad. Collboni ha puesto sobre la mesa que mientras que el precio de la vivienda ha subido un 68%, los sueldos lo han hecho un 38%.
La situación en Tarragona
La ciudad de Tarragona cuenta actualmente con 2.140 pisos turísticos, existe una moratoria que impide que haya nuevas licencias, desde la Generalitat aprobación del decreto ley el pasado mes de noviembre, .
La ley obliga a los ayuntamientos a redactar un plan especial que establecerá los límites en cuanto a la concesión de nuevas licencias, un trabajo que el ejecutivo del alcalde Rubén Viñuales prevé que podrá ponerse en marcha a partir del 2025.
«Estamos trabajando en la redacción de los pliegues y a ver si el año que viene puede procederse a la redacción», indicó hace unos días el concejal de Urbanisme, Nacho García, en declaraciones al Diari de Tarragona.
Las zonas más tensionadas de la ciudad, y en las que se podrían plantear más limitaciones, son la Part Alta, la Part Baixa y La Móra. Tan solo el núcleo histórico de Tarragona supera la cifra de más de 600 pisos turísticos.
Al Ayuntamiento se plantea tanto limitar las licencias, como no hacerlo, pero de momento no se ha pronunciado sobre una posible suspensión de todas las licencias de la ciudad, tal como ha anunciado que hará Barcelona.
En este sentido, García dijo al Diari a mediados de junio que la redacción del plan especial «marcará hacia donde vamos y si deben limitarse o no [las licencias de pisos turísticos], teniendo en cuenta las zonas y donde tenemos más tensión a nivel de acceso al alquiler».