Los agricultores franceses que desde este martes por la tarde bloquean la circulación de la autopista a su entrada desde España por La Junquera saquearon al menos dos camiones cuba españoles, de los que vertieron el vino que transportaban.
Varios medios franceses han publicado vídeos del derrame de las decenas de miles de vino blanco que llevaban de carga esos camiones, en una protesta organizada por la Coordinación Rural (CR), el segundo sindicato francés, conocido por sus acciones radicales.
Al menos un centenar de agricultores, apoyados por una veintena de tractores han ocupado desde primera hora de la tarde la salida del peaje francés de Le Boulou, en el sentido España-Francia, para proceder a un filtrado y dejar pasar únicamente a los vehículos de turismo y retener a los camiones.
Rápidamente el bloqueo ha generado colas kilométricas en la autopista y los manifestantes se han lanzado a la búsqueda de camiones con cargamento de vino o de carne llegada de España para desvalijarlos.
El sindicalista de la CR Arnaud Poitrine ha justificado al canal BFM el derrame de ese cargamento de vino porque la importación del caldo español presiona a la baja los precios que los negociantes pagan a los viticultores franceses, que de esa forma no pueden rentabilizar su actividad.
La circulación se ha mantenido sin problemas para todo tipo de vehículos en dirección de España y los agricultores que están con sus tractores en el peaje tienen intención de continuar el bloqueo, siguiendo las consignas que se habían lanzado desde la Coordinación Rural.
Las fuerzas del orden no han intervenido en Le Boulou y la Prefectura (delegación del Gobierno) de los Pirineos Orientales, en espera de una comunicación oficial sobre los incidentes, se ha limitado a publicar una escueta comunicación en sus cuentas en las redes sociales sobre el estado de la circulación.
«En razón de un movimiento social en el sector agrícola este martes 19 de noviembre, hay dificultades de circulación en la A9 a la altura de la barrera del peaje de Le Boulou en el sentido España-Francia», ha sido el mensaje de la Prefectura colgado en X.
Las protestas de los agricultores, que ya habían empezado puntualmente desde hace más de una semana, se han extendido por toda Francia desde el lunes con decenas de operaciones para denunciar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur y retomar las reivindicaciones que ya los movilizaron hace un año.
Los manifestantes consideran que no se han cumplido muchas de las promesas que le hizo el Gobierno anterior el pasado invierno cuando pusieron fin a esas protestas, en el terreno de la simplificación administrativa o de la eliminación de normas medioambientales o fiscales que no se aplican en otros países europeos con los que compiten.
A eso se han venido a sumar nuevas crisis por malas cosechas en algunas regiones y por diversas enfermedades del ganado, que han venido a agravar la situación en muchas explotaciones.
Pero el asunto estrella de esta movilización es la lucha contra el acuerdo UE-Mercosur, ante el riesgo de que salga adelante por el impulso de la Comisión Europea después de haber estado cinco años prácticamente congelado.
El Gobierno del primer ministro conservador, Michel Barnier, ha recurrido a un mecanismo constitucional para organizar un debate parlamentario sobre ese acuerdo UE-Mercosur que será seguido de voto, una forma de poner presión a Bruselas al mostrar la oposición tajante y abrumadora de todo el espectro político en Francia.
El debate se celebrará el día 26 en la Asamblea Nacional, como ya ha anunciado su presidenta, Yaël Braun-Pivet, y probablemente en el Senado al día siguiente.
La portavoz del Ejecutivo Maud Bregeon, insistió hoy en que Francia va a mantener su «pulso» con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, «el tiempo que sea necesario» para impedir la adopción definitiva de ese pacto, que se acordó en 2019 entre los dos bloques tras dos décadas de negociación.
El problema es que la nueva Comisión Europea, apoyada por buena parte de los gobiernos de los países miembros, entre ellos Alemania o España, apuesta por cerrar definitivamente el acuerdo para sellar una alianza entre la UE y Mercosur.
Para puentear esa voluntad, las autoridades francesas tratan de constituir una minoría de bloqueo que pueda imponer su veto y, a ese respecto, el presidente, Emmanuel Macron, aseguró desde Brasil -donde participa en la cumbre del G20- que «al contrario de lo que muchos piensan, Francia no está sola».
Macron afirmó que algunos países van a incorporarse en esa coalición y citó a los «polacos, austríacos, italianos y varios otros en Europa».