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Las balsas antiincendios ubicadas en espacios naturales son imprescindibles para ayudar a los equipos de extinción en caso de fuego.
No sólo pueden cargar los vehículos rodados. También los helicópteros disponen de un punto de carga en zonas próximas al incendio evitando mayores desplazamientos.
Sin embargo en algunas ocasiones esas balsas han sido una trampa para animales que, sobre todo en época estival, se acercan para beber y caen dentro sin posibilidad de escape. Así se han llegado a encontrar pequeños mamíferos e incluso zorros, tejones, corzos y jabalíes e incluso anfibios en algunas de estas construcciones contra los incendios y otroi tipo de balsas de regadío.
Son las aves las que tienen un mayor riesgo cuando descienden a beber agua. Si se mojan las plunas ya no pueden salir de la balsa. Algunas aves encontradas en balsas son de especies protegidas.
En Sant Jaume del Domenys hay varias balsas antiinecndios en zonas forestales. En los últimos días se han hecho mejoras en la de Gomila.
Además se ha dotado de una rampa en el interior para que llegado el caso un animal que pueda caer al agua tenga una vía de escape.
La rampa tiene una suave pendiente y una anchura de 40 centímetros de superficie rugosa que ayudaría a un animal a salir del agua. La rampa no afecta a la toma de agua ni pone en riesgo al vehículo aéreo que recargue.
Los grupos ecologistas Bosc Verd y Gepec han alertado reiteradamente del peligro de esas balsas, también de particulares, que permanecen abiertas, por lo que piden que se vallen o tapen y si no es posible se habiliten medidas que puedan facilitar el escape a un animal.
En el Alt Penedès hay unas 60 balsas de diferentes formas y medidas. Sumando las del Baix Penedès podría llegarse al centenar. Tanto soterradas como elevadas y de diversos materiales como cemento, metálicas, tierra o lona geotextil.
Algunas de esas balsas, además de una ayuda para la extinción de incendios, también sin un lugar donde la fauna encuentra agua, pero una vez dentro, tiene dificil salir.