La Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona (FAVB) ha exigido este miércoles 26 de junio la aprobación de la ley para la erradicación del amianto y la realización de un censo para detectar con precisión la cantidad de cubiertas con presencia de amianto en Catalunya.
A finales de abril de este año, salió a la luz el censo provisional de amianto en Catalunya elaborado por el Govern con el mapeo de toda la superficie desde el aire, revelando que en todo el territorio hay unas 122.000 cubiertas con 4,2 millones de toneladas de fibrocemento pendientes de ser retiradas.
El estudio, realizado mediante un visor elaborado por el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC) por encargo del Departamento de Presidencia, mostró que este nocivo producto está presente en 945 de los 947 municipios catalanes, es decir, todos menos Renau (Tarragona) y Caldes d’Estrac (Maresme).
«Hay muchas cubiertas donde no se detecta el amianto desde la visión aérea del visor. Por ejemplo, en el Mercat de la Boqueria de Barcelona hay una sobrecubierta que no permite identificarlo», explica Josep Maria Soler, miembro de la Comisión contra el amianto de la FAVB.
Según el portavoz de la federación, este mapeo solo detecta techos grandes, de unos 35 metros cuadrados, por lo que muchas edificaciones que se hicieron hace años «no se ven reflejadas, y son muchas». Por eso ha instado a realizar un censo para analizar el estado en que están las cubiertas con amianto en Catalunya y así «empezar por las que están peor».
Soler ha subrayado que, para ello, es vital sacar adelante el proyecto de esta ley aprobado por el Govern el pasado 7 de mayo, antes de que se disolviera el Parlament catalán, y que ahora «debe entrar en sede parlamentaria y aprobarse».
«Aquí sería importante que hubiera investigaciones y estudios que calcularan las víctimas que ha habido por culpa del amianto, causante de algunos tipos de cáncer», afirmó el miembro de la FAVB. En este sentido, puso como ejemplo el mesotelioma pleural, un tipo de cáncer muy agresivo que afecta la membrana que recubre los pulmones tras respirar este producto incluso 20 o 30 años atrás.
Soler puntualizó que «no hay una estimación exacta del costo que puede tener retirar todo este amianto de las cubiertas de Catalunya», pero aseguró que los recursos que puede suponer para la sanidad pública «serán superiores a los que se tengan que invertir para retirar este producto».
«Esta retirada debería tener un grado de responsabilidad subsidiaria por parte del Estado. Además, en las zonas más empobrecidas es donde hay más amianto porque no tienen la viabilidad económica para renovar estos elementos con amianto», concluyó el portavoz de la FAVB.
En marzo de 2023, se aprobó el Plan Nacional para la Erradicación del Amianto en Catalunya 2023-2032, con el objetivo, fijado por la Unión Europea, de retirar el amianto de todos los edificios públicos antes de 2028 y de todo el territorio antes de 2032.