Las fugas de agua en las redes suponen la pérdida de miles de m3 al año, un suministro que se desperdicia y que supone un problema en situaciones de sequía. En La Bisbal del Penedès han sido varias las ocasiones en las que las restricciones han obligado a utilizar cisternas para garantizar el suministro a los vecinos.
Para intentar reducir esas fugas el Ayuntamiento ha aprobado un proyecto para renovar parcialmente la red de agua en tres zonas del municipio: el Esplai, el Priorat y el núcleo urbano con una inversión de 782.754 euros. Hay una subvención de la Agència catalana de l’Aigua de 300.000 euros y otra de la Diputació de 400.000 euros.
Los trabajos podrían comenzar a mediados de año. En el núcleo urbano es en la avenida Baix Penedès y calle de la Font, en el núcleo del Priorat en las calles Córdoba, Sevilla, Granada, Almería y Huelva y en el barrio del Esplai en la avenida de l’Esplai y calles Salvador Dalí, Antoni Tapies, Joaquim Sunyer y Xavier Nogués.
La Bisbal tiene un grave problema por las fugas de agua ya que las redes de esos núcleos son muy antiguas y precarias, pese a que en los últimos años ha realizado una inversión de 1,4 millones para hacer más eficiente el servicio y reducir el consumo.
Ese excesivo consumo de agua supuso para el Ayuntamiento en 2003 una sanción de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) de 9.600 euros, que fue rebajada a 5.760 más una indemnización de 2.900 euros por superar el consumo máximo de agua en el municipio en septiembre de ese año.
Retirada a cambio de inversión
La sanción fue finalmente retirada porque el Ayuntamiento justificó la inversión realizada con recursos propios para intentar acabar con las fugas. En la Bisbal hay hasta nueve redes de agua diferentes que suponen más de 100 kilómetros de tuberías. Una gran parte del caudal que sale de los depósitos no llegan a los hogares. Se pierden por el camino.
Las fugas y cal incrustada en las canalizaciones las hacen obsoletas. Por ello ahora se impulsa una de las intervenciones conjunta de calles de mayor calado en el municipio para la renovación de la red en baja y la mejora de la digitalización de los sistemas de gestión.
Para verano
Los trabajos que comenzarán en las próximas semanas se harán por fases y se encadenarán, pero el objetivo es que algunos de los trabajos puedan estar acabados antes del verano ya que es cuando se dispara el consumo por el aumento de población sobre todo en las urbanizaciones.
La situación de escasez de recursos y dificultades de suministros afecta a varios municipios del Baix Penedès. Recientemente en el Montmell tuvo que repararse el pozo de agua del núcleo de La Moixeta que debido a la sequía redujo el nivel freático y dejó expuesto el tubo de la bomba, lo que aceleró el deterioro y dificultó el suministro de agua a la población.
En los últimos años el Ayuntamiento ha destinado 1,4 millones para reparaciones
