Los dos principales responsables de un narcoasalto mortal ocurrido en Masllorenç en 2019 han sido condenados a aproximadamente 35 años de prisión, mientras que los otros cuatros partícipes –directa o indirectamente– las penas van de los nueve años y medio a los seis meses. Así consta en la sentencia –de 125 páginas– emitida por el magistrado de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Tarragona después de que el jurado popular considerada culpables a los encausados.
La sentencia recoge que un hombre y su hijo vivían en la masía Mas Artesà, situada en la calle Rosari, en el término municipal de Masllorenç. La vivienda se encuentra en una finca ubicada en una zona despoblada, sin casas habitadas en los alrededores. El hijo disponía de una plantación de marihuana, vendiendo a terceras personas parte de la droga que cultivaba.
En febrero de 2019, A.M.B. conocía que en la mencionada masía había una plantación de marihuana. Y se lo contó a un joven –que tenía entonces 15 años y que ya fue condenado por el Juzgado de Menores a dos años y once meses de internamiento en un centro– la existencia de la droga. Idearon un plan para asaltar la finca y apoderarse de la droga y el dinero procedente de su venta. Y con posterioridad venderían la marihuana y se repartirían entre ellos los beneficios económicos.
Algunos de los asaltantes llevaban cuchillos y un machete de grandes dimensiones
Posteriormente, A.M.B. y el menor trasladaron dicho plan a F.A.N.HG, y a E.L.G., quienes aceptaron participar en el mismo. El 19 de febrero de 2019, sobre las seis de la tarde, los cuatro y J.B.C. se reunieron en las proximidades del domicilio de uno de ellos, en La Pobla de Montornès. Este último había sido avisado previamente por los otros acusados para que realizara funciones de transporte con su vehículo.
Los cinco se montaron en un Renault Laguna y se dirigieron hacia la masía. Cuando llegaron a las proximidades detuvieron la marcha del coche. Los cuatro acompañantes se bajaron, mientras que J.B.C. permaneció al volante.
El menor llevaba consigo una mochila, de la que extrajo una pata de cabra (barra de hierro) y dos cuchillos, de unos 30 centímetros de hoja. Le ofreció uno de ellos a E.L.G., que no aceptó. Por su parte, A.M.B. llevaba un machete de grandes dimensiones.
Los cuatro se dirigieron caminando hacia la masía. Dos de ellos llevaban colocadas prendas que les ocultaban el rostro. Al llegar a destino, F.A.N.H intentó forzar la puerta de la vivienda con la barra de hierro. Al no conseguirlo, el menor propinó una patada, rompiendo la cerradura.
Durmiendo
F.A.N.H. y el menor –que llevaba uno de los cuchillos en la mano– accedieron al interior de la casa, concretamente a una estancia destinada a comedor. En el mismo se encontraba el morador, de 84 años, tumbado en la cama. Al escuchar el ruido se levantó y comenzó a llamar a gritos a su hijo, que en ese momento se hallaba descansando en otra habitación de la casa.
Los asaltantes se dirigieron hacia el octogenario, comenzando a golpearlo con los objetos que llevaban, dejándolo conmocionado y sangrando en el suelo. Mientras, E.L.G. y A.M.B accedían también a la casa.
El otro morador, al escuchar los gritos de su padre, salió de la habitación donde se encontraba descansando y se dirigió al comedor. Allí se enfrentó y comenzó a golpear con uno de los asaltantes. En ese momento, A.M.B. le propinó dos machetazos, causándole varias heridas.
La víctima intentó defenderse de los ataques, momento en que el menor se abalanzó sobre él. Tanto este como A.M.B. comenzaron a propinarle golpes con los objetos que llevaban a través de las distintas habitaciones de la casa. Y así hasta que, casi inconsciente, lo dejaron sentado en la silla de una de las habitaciones, mientras le exigían que les dijera dónde se hallaba la marihuana y el dinero.
Una vez reducidos los dos moradores de la vivienda, los acusados procedieron a revisarla en busca de la droga y dinero. Hallaron en una de las instancias una caja llena de hojas de marihuana seca.
La víctima falleció dos meses y medio después a consecuencia de las graves heridas
Una vez conseguido el botín, los acusados abandonaron la vivienda, llevándose consigo también una banderola. Antes de salir, el menor pisó la cabeza del hombre de 84 años, quien en ese momento permanecía casi inconsciente en el suelo. Después de subir al coche, volvieron a La Pobla de Montornès.
Cuatro de los procesados procedieron a pelar la marihuana que contenía la caja, con la finalidad de poder venderla y así repartirse los beneficios. Lograron entre 1.000 y 1.500 gramos. M.C.N. vendió la droga y consiguió mil euros, dinero que no fue repartido con otros procesados.
Contusiones múltiples
La víctima de 84 años sufrió múltiples contusiones en la cara, espalda derecha y manos, impotencia funcional en la extremidad superior izquierda y dolor abdominal generalizado. En una exploración posterior hallaron dos hematomas en la cabeza. Se consideró no necesaria una intervención quirúrgica dada su edad y el 1 de marzo se marchó a su domicilio. Dos días después ingresó en el servicio de Urgencias por malestar general. Persistían los hematomas múltiples así como una hemorragia conjuntival derecha. La familia solicitó su ingreso en un centro sociosanitario. El día 4 ingresó en la policlínica comarcal de El Vendrell para control y seguimiento de las patologías crónicas y rehabilitación funcional. Su evolución en el centro no fue favorable, ocasionándole un progresivo deterioro neurológico.
El 10 de abril se realizó al paciente un tac craneal. Uno de los hematomas había aumentado. El 18 de abril presentaba dificultades para respirar. Su estado fue empeorando de forma progresiva hasta que falleció el 6 de mayo.
Su hijo sufrió lesiones consistentes en múltiples heridas en la región cráneo-facial y cervical, en la pierna derecha, fractura-luxación de un dedo, etc. Estuvo impedido 83 días, de los cuales ocho permaneció hospitalizado. Le han quedado secuelas.
Las penas impuestas
A.M.B.M. (34 años y siete meses): asesinato con alevosía (21 años de prisión), tentativa de homicidio (siete años y medio), robo con violencia en casa habitada y uso de instrumento peligroso (cuatro años y nueve meses), contra la salud pública por tráfico de sustancias estupefacientes que no causan grave daño a la salud (un año y cuatro meses)
F.A.N.H. (35 años y siete meses): asesinato con alevosía (22 años de prisión), tentativa de homicidio (siete años y medio), robo con violencia en casa habitada y uso de instrumento peligroso (cuatro años y nueve meses), contra la salud pública por tráfico de sustancias estupefacientes que no causan grave daño a la salud (un año y cuatro meses)
E.L.G. (9 años y tres meses): asesinato con alevosía (cuatro años y medio), tentativa de homicidio (tres años), robo con violencia en casa habitada y uso de instrumento peligroso (un año y nueve meses)
J.B.C. (3 años y tres meses): robo con violencia en casa habitada y uso de instrumento peligroso (dos años y seis meses), contra la salud pública por tráfico de sustancias estupefacientes (nueve meses)
M.C.N. (2 años y cuatro meses): contra la salud pública por tráfico de sustancias estupefacientes que no causan grave daño a la salud (dos años y cuatro meses).
J.R.M. (6 meses): contra la salud pública por tráfico de sustancias estupefacientes que no causan grave daño a la salud (seis meses).
La diferencia de pena por el mismo delito es debido a que se han tenido en cuenta agravantes (uso de disfraz, abuso de superioridad) o atenuantes (confesión) así como el grado de implicación.
A las penas de prisión caber añadir órdenes de protección respecto a la víctima viva y sus familiares así como las multas y las indemnizaciones.
