Las instalaciones ferroviarias entre Salou y Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant (aproximadamente unos 40 kilómetros de vía única que bordea el litoral de Salou, Cambrils, Miami Platja y termina en la estación de L'Hospitalet de l'infant) se desmantelarán de manera inmediata una vez entre en funcionamiento el Corredor del Mediterráneo, previsto para este mismo año.
Este ha sido el compromiso que ha adoptado el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, acompañado de los representantes de ADIF, Renfe y de la Subdelegación del Gobierno en Tarragona, en una reunión que ha tenido lugar esta mañana en la sede del Ministerio de Fomento.
Por parte de los municipios afectados han asistido la alcaldesa de Cambrils, Camí Mendoza; y los alcaldes de Salou, Pere Granados; de Mont-roig del Camp, Fran Morancho; y de Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant, Alfons Garcia.
En la reunión de este lunes, 28 de mayo, han asistido, además de los alcaldes y del secretario de Estado de Infraestructuras, el presidente de ADIF, Juan Bravo; la directora general de Explotación y Construcción de ADIF, Isabel Pardo; el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño; el subdelegado del Gobierno del Estado en Tarragona, Jordi Sierra; el director de Operaciones de Renfe, Francisco Minayo de Cruz; y el subdirector general de Planificación Ferroviaria, Jorge Ballesteros.
El compromiso adquirido
El desmantelamiento de la infraestructura ferroviaria consistirá en el levantamiento físico de las vías (raíles y los soportes de madera) y la catenaria.
Estos trabajos irán a cargo de la empresa pública Emfesa mediante un contrato directo, según ha precisado Isabel Pardo, directora general de Explotación y Construcción de ADIF.
Paralelamente se redactará un proyecto para integrar el trazado en el entorno con el objetivo de garantizar el cumplimiento de la declaración de impacto ambiental previsto en la puesta en marcha de Corredor, que según se prevé entrará en servicio en los próximos meses.
Este proyecto, la redacción del cual se sacará a licitación pública el mes de junio, también tiene que servir para salvar el efecto barrera, creando nuevos puntos de paso en el trazado, favoreciendo la permeabilidad, la recuperación de la cota 0 y la integración en el paisaje, tal como han argumentado desde el Ministerio.
Para redactar este proyecto se crearán grupos de trabajo entre los servicios técnicos del Ministerio y cada uno de los ayuntamientos. Con estos grupos se pretende tener en cuenta el criterio y las necesidades de los municipios afectados, así como estudiar medidas provisionales a aplicar una vez desmantelada la vía y mientras no se ejecute el proyecto de integración con el entorno.
A pesar de que no se ha precisado el plazo, la redacción de este estudio se podría prolongar un año.
La unión de los cuatro alcaldes, su preocupación e insistencia para conseguir el desmantelamiento de la infraestructura ferroviaria ha sido clave para arrancar este primer compromiso.