El SPiSP cayó de forma cruel en el primer partido de la fase de grupos ante el Textil Santanderina (2-3). Fue un partido dominado en muchas fases por los rojillos, pero en el que el rival demostró su fortaleza y talento para darle la vuelta al marcador en dos ocasiones y llevarse el encuentro y sellar la primera plaza del grupo en el tie break definitivo. Ahora los de Vlado deben ganar al Utrera para meter en semifinales y situarse a solo una victoria del ascenso a la Superliga 1.
La salida del SPiSP fue de esas que contagian. De esas que proclaman que algo bonito está cerca de suceder. Roland Hernández, al saque, abrió el camino a la primera manga porque con sus servicios destrozó a un Santanderina que no pudo frenar una sangría que le torturó (11-5). La combinación de saques flotantes con fallos no forzados fue letal.
Una vez recuperado el saque, el equipo cántabro intentó meterse en la primera manga, pero chocó contra un muro. El equipo rojillo estaba siendo mejor (17-11). En ataque apenas erraba remates, mientras que en defensas sus bloques estaban siendo constantes. No había dudas. Su gran arranque le dio ventaja en el partido porque la primera manga cayó de su lado (25-15).
Los primeros puntos del segundo set ya dejaron entrever que el Santanderina quería despertar, pero lo que también se comprobaba es que el SPiSP seguía tocando la flauta del sueño. El panorama no cambiaba. Roland Hernández, encontrando buenos remates en ataque y Julián García Torres y Samuel Pacheco, causando pavor con sus bloqueos (6-3).
El pundonor del conjunto cántabro evitó que los rojillos pudiesen abrir una brecha irreparable como la de la primera mitad. De hecho, el ecuador del segundo set dibujó una igualdad nunca antes vista en el partido (10-10). De repente, cada ataque era una tortura.
Mora al saque abrió el resquicio soñado para los rojillos con Roland Hernández asumiendo certezas desde el remate (15-12). Aquella, de nuevo como al inicio de la segunda manga, no fue una distancia definitiva. El Santanderina no quería el 2-0 en el marcador (18-18).
El set entró en su agonía repleto de igualdad (23-23). Era la hora de los valientes. Tras un desenlace eterno, y después de tener dos bolas de set a favor, el SPiSP cayó en la segunda manga por un agónico 27-29. El partido se igualaba. Aquello era un golpe moral que iba a poner a prueba la resistencia mental de los de Vlado Stevovski.
Lógicamente, el perder el segundo set golpeó a unos rojillos que salieron al tercer parcial con ese capítulo todavía en sus mentes. Lo aprovechó el Santanderina para desde un comienzo coger ventaja (1-6).
Hernández acudió al rescate con sus remates como flotador. La reacción fue firme. Había mucha tela que cortar en el tercer set (6-5). El resto de tercera manga navegó con el conjunto cántabro haciendo la goma. Ventaja de dos y tres puntos que no permitían a los rojillos igualar de una vez por todas el set, hasta que el 16-15 imperó en el marcador. Remontada hecha, ahora faltaba consumarla para volver a reinar en el marcador. De nuevo, la igualdad extrema imperaba en la agonía. Un bloque rojillo lo rompió todo (25-22) y colocó el partido a solo un set (2-1).
El conjunto cooperativista aprovechó el final del tercer set para marcar terreno y hacer sangre en el inicio del cuarto (4-1). Mejor inicio posible, pero fue efímero porque el Santanderina rápidamente se activó (4-4).
La manga estuvo igualada durante todo el set, al igual que los dos anteriores. El Santanderina tomó ventaja antes de la recta final (17-20). Fue definitiva (19-25) para llevar el partido al quinto y último set (2-2).
El tie break volvió a reflejar la tremenda igualdad entre ambos equipos. Todo se iba a decidir en pequeños detalles y así fue. El Santanderina estuvo más entero en los instantes finales y falló menos. Rompió la fe rojilla y se aseguró la primera plaza (12-15). Los rojillos se jugarán el pase a semifinales esta tarde ante el Utrera a las 17.30 horas. Solo les vale ganar. Si lo hacen, mañana tendrán una cita con el ascenso.
