Buenas palabras sin grandes concreciones. Así puede resumirse la esperada visita del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que ayer acudió como tal a la ciudad por primera vez desde que estrenó el cargo, el 21 de noviembre de 2023.
La reunión prevista a primera hora de la mañana en el Ayuntamiento de Tarragona tuvo que retrasarse media hora. Urtasun tenía una entrevista en una radio de Barcelona para hablar de la compra de la Casa Gomis por 7.249.077,26 euros. Esta vivienda, en el paraje natural de La Ricarda, junto al aeropuerto del Prat de Llobregat es un edificio de alto valor histórico-artístico, exponente del racionalismo arquitectónico del siglo XX.
La reunión estuvo a punto de suspenderse, pues media hora parecía poco para las numerosas cuestiones pendientes. La sangre no llegó al río y, finalmente, el alcalde, Rubén Viñuales, y los concejales de Cultura y Patrimoni, Sandra Ramos y Nacho García, además del edil de En Comú Podem, Jordi Collado, se encerraron durante treinta minutos en una de las salas señoriales de la Casa Canals.
Tras el encuentro, el ministro y dirigente de Sumar echó balones fuera y evitó comprometerse. «Recibo muchas peticiones y, como hago con todas, la estudiaremos», respondió a la pregunta sobre la creación de un consorcio entre todas las administraciones públicas para la gestión y mantenimiento del patrimonio de Tarraco.
El alcalde, templado, indicó que «aunque no se haya cerrado [el consorcio], ni mucho menos, creo que hay una predisposición muy buena por parte de todas las administraciones». Viñuales puso en valor la «voluntad clarísima» del Govern de la Generalitat, que al menos tiene en cuenta que ya en la década de los noventa empezó a hablarse de esta cuestión. «Es uno de nuestros déficits. Incluso la Unesco pide que haya un órgano de gestión conjunta», remachó la consellera de Cultura, Sònia Hernández.
Urtasun no se comprometió a nada. Aunque afirmó de forma reiterada que «la apuesta por Tarragona es inequívoca», tanto el ministro español como la consellera de Cultura evitaron pronunciarse sobre si este mismo 2025 podrían sentarse las bases de este organismo, coincidiendo con la conmemoración de los 25 años de la inclusión de Tarraco en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
La biblioteca, en el aire
También se esperaban novedades sobre la construcción de la futura biblioteca provincial, después de que en enero del año pasado fuera uno de los proyectos que Urtasun situó en su lista de prioridades. Tampoco hubo novedad. Las palabras del ministro fueron incluso desconcertantes, pues apuntó que «todavía no hay ubicación» para la biblioteca, pese a que el Ayuntamiento da por sentado que se levantará en el edificio de la Tabacalera. En este espacio se han celebrado las reuniones de la comisión bilateral, por lo que la cara que se le quedó al alcalde era todo un poema. «El alcalde sí la tiene», atinó a decir Viñuales.
Hace doce meses se planteó iniciar las conversaciones para definir el proyecto, que ni ha empezado a redactarse. «Esperamos dar noticias cuanto antes», afirmó el ministro Urtasun.
