En fila, de una en una, en silencio y vestidas de negro, un centenar de personas recorrieron ayer el trayecto entre la Plaça Imperial Tarraco y la Plaça de la Font en la marcha #CaminandoporLibertad. Se trata de una iniciativa que se repitió ayer en 70 países. En España participaron 18 ciudades.
Noa Trujillo, una de las organizadoras, explica que es la tercera vez que la caminata se realiza en la ciudad, ya que las ediciones previas fueron antes de la pandemia. En esta oportunidad, no obstante, se consiguió doblar el número de participantes, entre quienes había personas de todas las edades.
Una de ellas era Joel Mirón, que caminaba con sus dos hijos pequeños. «No podemos pensar que la trata es algo que pasa lejos de aquí. En nuestra misma ciudad podemos tener a mujeres obligadas a prostituirse o a personas trabajadoras en situación de esclavitud», reflexionaba.
Los participantes entregaron información con indicadores para que los ciudadanos puedan detectar posibles casos de trata, así como los sitios a donde quienes tengan indicios se pueden dirigir, como la Policía Nacional o la Guardia Civil. También se puede contactar con la asociación A21.