El curso que viene se ofrecerán en la ciudad de Tarragona 1.180 plazas de I-3 (Infantil 3), el momento que marca la entrada de los niños en el sistema educativo. De esas plazas 118 estarán reservadas a niños con necesidades educativas específicas (NESE) relacionadas con alguna discapacidad o dificultad en el aprendizaje y 337 a alumnos con necesidades derivadas de su situación socioeconómica. Estas últimas representan el 28,5% del total; casi una de cada tres plazas.
Detrás de esta cifra, sin precedentes en la ciudad, se encuentra el hecho de que se ha puesto en marcha por primera vez una unidad de detección de alumnos con necesidades educativas específicas. En la unidad participan técnicos tanto de la Generalitat de Catalunya como del Ayuntamiento de Tarragona. Están presentes, entre otros, la inspección educativa, los Equips d’assessorament i orientació psicopedagògica (EAP), el Institut Municipal d’Educació de Tarragona (IMET) o los servicios sociales municipales. Esto ha permitido cruzar información entre ambas administraciones que han ido desde datos de familias que perciben alguna prestación a menores que están tutelados.
Claudia Aznar, directora técnida del IMET, señala que están muy satisfechos por el impulso que ha ofrecido Educació en este aspecto porque puede ser un punto de inflexión para reequilibrar al alumnado en una ciudad muy segregada.
En el ránking de la segregación
La puesta en marcha de esta unidad de detección es una de las medidas que contempla el pacto contra la segregación escolar de Catalunya firmado en 2019. Tarragona es, desde hace años y pese a los esfuerzos, uno de los municipios con más segregación escolar, o, lo que es lo mismo, con más alumnos vulnerables concentrados en las mismas escuelas e institutos. Se trata de una circunstancia marcada por la segregación urbanística de la ciudad donde las familias más vulnerables están muy concentradas en los barrios periféricos.
Es por ello que entre las medidas que ha tomado la ciudad ha estado el cambio de zonificación escolar que en el curso 2022/23 pasó a tener siete a cuatro zonas.
En el último informe del Síndic de Greuges, el que se refiere al curso 2022/2023, Tarragona aparece como el tercer municipio de Catalunya de más de 5.000 habitantes con más segregación tanto en primaria como en secundaria.
En el mismo informe el Síndic calcula el índice de disimilitud, es decir, los alumnos que, hipotéticamente, tendrían que cambiar de centro para que hubiera un reparto equitativo entre las escuelas de la ciudad. Según ese cálculo el 50% de los alumnos de I3 de origen extranjero y el 34% de los que tienen necesidades educativas específicas deberían cambiar de escuela.
En el caso de los alumnos que tienen reservada una plaza en los centros concertados, la Generalitat de Catalunya ha dispuesto una mochila económica. Los centros, no obstante, se han quejado de lo tarde que llegan esos recursos.
Hay que tener en cuenta, además, que este año la reserva de plazas podría implicar que algunas familias no consigan entrar en la escuela solicitada. La escolarización, no obstante, está más que garantizada. Para el curso que viene los grupos de clase serán más reducidos en I3 (20 alumnos). Para las 1.180 plazas que se ofertan se presentaron 1.126 solicitudes en el proceso de preinscripción. Las listas se dieron a conocer ayer.
Ayer se publicaron las listas de los alumnos preinscritos que comenzarán I3 el curso que viene con los correspondiente baremo (el sistema de puntos por domicilio, trabajo, hermanos, etc). En caso de que no se esté de acuerdo con los puntos hay hasta el lunes 22 de abril para reclamar. Posteriormente, el 25 de abril, aparecerá la lista con el baremo una vez resueltas las reclamaciones y el 30 será el sorteo del número en caso de empate. La lista definitiva de admitidos sale el 10 de junio, pero las familias no deben olvidar formalizar la matrícula, que será del 18 al 26 de junio. Toda la información está disponible en la web del IMET.
