La Rambla Nova de Tarragona fue el escenario ayer por la mañana de un desfile canino protagonizado por la elegancia de los cerca de 60 modelos participantes. La actividad, organizada por la asociación comercial VIA T, reunió tanto a los dueños de los animales como a decenas de personas que paseaban por el centro de la ciudad y decidieron disfrutar del evento. El objetivo del desfile, contaba Judith Sentís, dinamizadora de la VIA T, era el de sacar gente a la calle y estimular la actividad comercial de Tarragona.
Según explicaba Sentís, el concurso se dividió en cuatro categorías, tres de ellas según la edad del perro –veterano, ocho años o más; adulto, de 11 meses a siete años; y cachorro, hasta los 11 meses– y otra que era la de presentador infantil, en la que el perro era llevado por un niño. Así, la dinamizadora de la asociación comercial señalaba que «como ha sido un concurso popular en el que no hemos tenido en cuenta las razas y podía participar quien quisiera hemos decidido valorar los truquillos de los perros, como sentarse o dar la pata, por ejemplo, y lo cierto es que el jurado lo hemos tenido complicado porque hemos visto que hay perros que saben hacer muchas cosas».
Al parecer tanto los participantes como el público del desfile disfrutó muchísimo y lo cierto es que muchas personas le dijeron a Sentís que organizaran más ediciones. En este sentido, ella defendía que «esto ha sido una prueba piloto, porque desde hace tiempo en la asociación estamos promoviendo el movimiento Pet Friendly (ser amistoso con los animales de compañía) en los comercios y entre todos hemos montado esto», pero reconocía que ha tenido bastante éxito y ya avanzó que habrá próximos desfiles.
Una de estas personas que quiere una nueva edición y que participará si la vuelven a montar es Paola Falcó, que desfiló con Polo, su yorkshire de un año. «La verdad es que tienen que hacer más desfiles como este, que ha estado muy bien», decía la chica, que destacaba que «ha sido dinámico, muy entretenido y sirve también para conocer a más perritos». Polo hizo una gran actuación, pero no sirvió para quedar entre los tres primeros: «No sabe hacer muchas cosas», decía su dueña entre risas, que a pesar de todo celebraba que sí le había tocado un premio en un sorteo.
Los premios fueron un trofeo y un saco de comida para los primeros de cada categoría y un diploma y también comida para los segundos y los terceros. Asimismo, entre los premios del sorteo destacaban el de cuatro meses de comida gratis para el perro, tres estancias de una semana por si los dueños se van de vacaciones y un servicio de peluquería canina. «La idea era más que nada dinamizar y llenar la Rambla de ambiente y creemos que lo del desfile ha sido original, porque mucha gente tiene perro y es uno más de la familia».
Por su parte, la concejal de Benestar Animal del Ayuntamiento, Elvira Vidal, que estuvo presente en el desfile, celebró la iniciativa de la VIA T y aseguró que desde el consistorio se llevan a cabo todo tipo de campañas para conseguir una ciudad Pet Friendly.
