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Ultimátum del Ministerio: o se abren las gradas de Sedassos o deberá devolverse la ayuda

El Ayuntamiento está obligado a garantizar el uso público del espacio durante «un plazo mínimo de 50 años», de lo contrario deberán reintegrar los 181.000 euros que percibió

12 junio 2022 07:00 | Actualizado a 12 junio 2022 19:56
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Las gradas reconstruidas del Circ en la Plaça dels Sedassos deben «ponerse al uso público», de lo contrario el Ayuntamiento de Tarragona deberá proceder «al reintegro de la totalidad de la ayuda concedida». Así lo afirma el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), que hace unos días envió una carta a la administración local en la que le daba un ultimátum para desbloquear un proyecto, cuyas obras se iniciaron en febrero de 2017, con una duración prevista de seis meses.

La misiva es clara. El Ejecutivo Central, a través del programa del 1,5% Cultural impulsado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana concedió una subvención de 181.000 euros en el año 2014 para la Recuperación e integración urbanística del Circo Tarraco de Tarragona. Accesibilidad y museística en el sector de la Plaça dels Sedassos. La ayuda suponía el 75% del coste de la actuación, que en total alcanzaba los 242.000 euros, aunque posteriormente se hizo una modificación del proyecto inicial, lo que incrementó el coste hasta los 265.365 euros. Esto «obligaba» al Ayuntamiento de Tarragona a «poner al uso público durante un plazo mínimo de 50 años el inmueble objeto de la intervención». Esto significa que la ciudadanía debía poder acceder al recinto, que es el motivo por el cual se había llevado a cabo la actuación. Sin embargo, a fecha de hoy las gradas siguen cerradas y la madera que se utilizó para la reconstrucción va deteriorándose sin que hasta el momento el público haya podido sentarse en estas.

Las gradas reconstruidas del Circ en la Plaça dels Sedassos deben «ponerse al uso público», de lo contrario el Ayuntamiento de Tarragona deberá proceder «al reintegro de la totalidad de la ayuda concedida». Así lo afirma el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), que hace unos días envió una carta a la administración local en la que le daba un ultimátum para desbloquear un proyecto, cuyas obras se iniciaron en febrero de 2017, con una duración prevista de seis meses.

La misiva es clara. El Ejecutivo Central, a través del programa del 1,5% Cultural impulsado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana concedió una subvención de 181.000 euros en el año 2014 para la Recuperación e integración urbanística del Circo Tarraco de Tarragona. Accesibilidad y museística en el sector de la Plaça dels Sedassos. La ayuda suponía el 75% del coste de la actuación, que en total alcanzaba los 242.000 euros, aunque posteriormente se hizo una modificación del proyecto inicial, lo que incrementó el coste hasta los 265.365 euros. Esto «obligaba» al Ayuntamiento de Tarragona a «poner al uso público durante un plazo mínimo de 50 años el inmueble objeto de la intervención». Esto significa que la ciudadanía debía poder acceder al recinto, que es el motivo por el cual se había llevado a cabo la actuación. Sin embargo, a fecha de hoy las gradas siguen cerradas y la madera que se utilizó para la reconstrucción va deteriorándose sin que hasta el momento el público haya podido sentarse en estas.

Las causas que explican el cierre durante todos estos años han sido varias, ya que desde un primer momento esta ha sido un proyecto gafado y cuestionado por la naturaleza de la intervención que se propuso. Para conocer estos problemas, más allá de la polémica de la solución propuesta, hay que retroceder cinco años.

El Ayuntamiento de Tarragona adjudicó en febrero de 2017, al Grupo Tecno-Conrad SL, el proyecto de obras para la recuperación de este tramo de las gradas del Circ. La duración prevista del contrato era de medio año, pero finalmente los trabajos se alargaron cuatro meses adicionales por «los incumplimientos reiterados de la empresa constructora», según informó la administración local en junio de 2018. Durante estos meses hubo un pulso entre estas dos partes, ya que según el Ayuntamiento la obra no estaba acabada porque no se había hecho todo lo que se estipulaba en el proyecto. Así es que, finalmente, el 26 de diciembre de 2019 el Àrea de Desenvolupament Econòmic procedió a «la resolución del contrato administrativo» por los «reiterados incumplimientos de la empresa contratista».

Según expone la carta enviada ahora por el Mitma, en marzo de 2020 se solicitó al Ayuntamiento de Tarragona «tras haberlo hecho anteriormente, en numerosas ocasiones, el acta de recepción definitiva de las obras». Asimismo, se apunta que en aquellos momentos ya «se recordó la obligación» de «poner al uso público» el espacio. En febrero de 2021, es decir, once meses más tarde, el Ministerio hizo una segunda solicitud. Esta fue respondida días más tarde, en concreto el 24 de febrero, e incorporaba una «declaración jurada relativa al uso público durante un plazo mínimo de 50 años del inmueble objeto de la intervención».

Un mes más tarde, se produjo una reunión telemática entre ambas administraciones. En esta, el Ayuntamiento informó que iban a ejecutarse las obras pendientes «a través de un contrato menor». Estas empezaron días más tarde. En concreto, el 15 de marzo y la previsión era de pudieran acabar a finales del mes de abril. Las actuaciones hacían referencia a una mejora de la accesibilidad y museística del sector, entre otras cuestiones. Finalmente, el 1 de junio de 2021 se firmó el acta de recepción de la obra. Pero aquí no acabó la problemática, ya que la barandilla instalada no cumplía con el Código Técnico de la Edificación para barreras de protección en espacios de pública concurrencia y, por tanto, no era segura.

Un mes de plazo

Las comunicaciones entre el Ministerio y el Ayuntamiento no han cesado durante este tiempo. Ya en julio del año pasado se informó de que se abría o «tal incumplimiento supondría la revocación de la totalidad de la ayuda». El ultimátum ha llegado ahora, cuando Madrid ha dado un plazo de «un mes» –que empezó a correr el pasado 6 de junio– para recibir el proyecto de sustitución de la barandilla, con el informe favorable de la Comissió Territorial de Patrimoni Cultural, además de una previsión de plazos sobre el procedimiento de contratación de este contrato de obras, plazo de ejecución de estas y su puesta al uso final del inmueble. De lo contrario, si no se envía la información solicitada o no se ejecuta la obra planteada, se iniciará «un procedimiento de reintegro de la totalidad de la ayuda concedida».

El Ayuntamiento de Tarragona no ha querido hacer declaraciones y asegura que «se está trabajando». Por su parte, el grupo municipal del Patrido Popular asegura que «es una muestra más de la incompetencia de Ricomà, que no tan solo es incapaz de conseguir cosas, sino que encima las que estaban encarriladas las pierde». Su portavoz, José Luis Martín, considera que «es muy fuerte» que se haya llegado a esta situación. «Es preocupante que no hagan nada porque ya se perdieron los fondos Feder para la recuperación del Banc d’Espanya, el Porta Tarraco lleva un año de retraso y ahora esto», lamenta Martín.

Hubo «incumplimientos reiterados» en el proyecto por parte de la empresa contratista

Las causas que explican el cierre durante todos estos años han sido varias, ya que desde un primer momento esta ha sido un proyecto gafado y cuestionado por la naturaleza de la intervención que se propuso. Para conocer estos problemas, más allá de la polémica de la solución propuesta, hay que retroceder cinco años.

El Ayuntamiento de Tarragona adjudicó en febrero de 2017, al Grupo Tecno-Conrad SL, el proyecto de obras para la recuperación de este tramo de las gradas del Circ. La duración prevista del contrato era de medio año, pero finalmente los trabajos se alargaron cuatro meses adicionales por «los incumplimientos reiterados de la empresa constructora», según informó la administración local en junio de 2018. Durante estos meses hubo un pulso entre estas dos partes, ya que según el Ayuntamiento la obra no estaba acabada porque no se había hecho todo lo que se estipulaba en el proyecto. Así es que, finalmente, el 26 de diciembre de 2019 el Àrea de Desenvolupament Econòmic procedió a «la resolución del contrato administrativo» por los «reiterados incumplimientos de la empresa contratista».

$!Ultimátum del Ministerio: o se abren las gradas de Sedassos o deberá devolverse la ayuda

Según expone la carta enviada ahora por el Mitma, en marzo de 2020 se solicitó al Ayuntamiento de Tarragona «tras haberlo hecho anteriormente, en numerosas ocasiones, el acta de recepción definitiva de las obras». Asimismo, se apunta que en aquellos momentos ya «se recordó la obligación» de «poner al uso público» el espacio. En febrero de 2021, es decir, once meses más tarde, el Ministerio hizo una segunda solicitud. Esta fue respondida días más tarde, en concreto el 24 de febrero, e incorporaba una «declaración jurada relativa al uso público durante un plazo mínimo de 50 años del inmueble objeto de la intervención».

El plazo para remitir toda la documentación en relación al cambio de barandilla es de un mes

Un mes más tarde, se produjo una reunión telemática entre ambas administraciones. En esta, el Ayuntamiento informó que iban a ejecutarse las obras pendientes «a través de un contrato menor». Estas empezaron días más tarde. En concreto, el 15 de marzo y la previsión era de pudieran acabar a finales del mes de abril. Las actuaciones hacían referencia a una mejora de la accesibilidad y museística del sector, entre otras cuestiones. Finalmente, el 1 de junio de 2021 se firmó el acta de recepción de la obra. Pero aquí no acabó la problemática, ya que la barandilla instalada no cumplía con el Código Técnico de la Edificación para barreras de protección en espacios de pública concurrencia y, por tanto, no era segura.

Un mes de plazo

Las comunicaciones entre el Ministerio y el Ayuntamiento no han cesado durante este tiempo. Ya en julio del año pasado se informó de que se abría o «tal incumplimiento supondría la revocación de la totalidad de la ayuda». El ultimátum ha llegado ahora, cuando Madrid ha dado un plazo de «un mes» –que empezó a correr el pasado 6 de junio– para recibir el proyecto de sustitución de la barandilla, con el informe favorable de la Comissió Territorial de Patrimoni Cultural, además de una previsión de plazos sobre el procedimiento de contratación de este contrato de obras, plazo de ejecución de estas y su puesta al uso final del inmueble. De lo contrario, si no se envía la información solicitada o no se ejecuta la obra planteada, se iniciará «un procedimiento de reintegro de la totalidad de la ayuda concedida».

Para el Partido Popular es una muestra de «la incompetencia del Gobierno de Ricomà»

El Ayuntamiento de Tarragona no ha querido hacer declaraciones y asegura que «se está trabajando». Por su parte, el grupo municipal del Patrido Popular asegura que «es una muestra más de la incompetencia de Ricomà, que no tan solo es incapaz de conseguir cosas, sino que encima las que estaban encarriladas las pierde». Su portavoz, José Luis Martín, considera que «es muy fuerte» que se haya llegado a esta situación. «Es preocupante que no hagan nada porque ya se perdieron los fondos Feder para la recuperación del Banc d’Espanya, el Porta Tarraco lleva un año de retraso y ahora esto», lamenta Martín.

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