Quién le iba a decir al Xavi Florencio de 27 años, que en 2007 corría el Tour de Francia por primera vez, que, casi veinte años después, la Grande Boucle iba a contar con una salida de etapa en Tarragona, a escasos kilómetros de su Mont-roig del Camp natal: «Ni en mis mejores sueños había imaginado que el Tour saldría desde la ciudad de Tarragona», explica al Diari. Un sentimiento compartido por su colega Francesc León, nacido en El Vendrell: «Es una oportunidad de oro». Ambos son los dos últimos tarraconenses que han competido en la ronda gala.
«Sinceramente, todavía estoy en estado de shock», reconoce Florencio pocas horas después de enterarse de la noticia. «Se ha hecho realidad un sueño que será muy bonito tanto para la ciudad como para el territorio en su conjunto, ya que se hablará de Tarragona a nivel mundial», añade. Será la primera etapa en línea o en ruta, y se llevará a cabo una ceremonia antes de su inicio. Son factores que, según el de Mont-roig del Camp, «harán que la gente disfrute más del que creo que es el evento deportivo más importante que se celebra cada año».
Por su parte, León expone que «es muy especial que un evento como el Tour, que es de los tres mejores acontecimientos deportivos del mundo, pase por el territorio, y la ventaja que tiene el ciclismo es que puede pasar por debajo de tu propia casa». «Es una oportunidad formidable para que la gente salga y vea la emoción y el ambiente que tiene esta competición», reconoce también el de El Vendrell.
El hecho de que Tarragona sea una salida de etapa también provocará que la ciudadanía pueda empaparse de toda la liturgia relativa al evento: «Es una competición que, desde una hora antes de que empiece, está retransmitiéndose en 190 países de todo el mundo», apunta Florencio.
León añade que «las personas que no sigan el ciclismo tendrán una oportunidad de oro para poder ver a los mejores corredores del mundo y todo lo que comporta un evento como este: todos los hoteles estarán llenos y habrá una comitiva de unas 5.000 personas entre periodistas, corredores, personal, aficionados, seguridad... Habrá mucha repercusión para las comarcas de Tarragona, como la hubo en el País Vasco», recuerda.
Ambos también destacan que este puede ser un punto de inflexión para que, en el futuro, el territorio pueda acoger más eventos deportivos de primer nivel: «Ojalá lo sea porque tenemos una provincia muy deportiva y con personas que están muy volcadas; Barcelona ha acogido competiciones muy grandes y el hecho de estar cerca también nos ayuda», destaca Florencio.
¿Desde dónde saldrá la etapa?
Una de las grandes preguntas es dónde será la salida de la etapa y, a pesar de que se especula con algún punto cerca de la línea de mar, como la Via Augusta, se está trabajando de forma interna con diversas localizaciones, a las cuales se desplazarán los técnicos del Tour para visitarlas y acabar decidiendo.
Al parecer, la comitiva de la Grande Boucle se desplazará hasta Tarragona dentro de unas semanas para reunirse con el Ayuntamiento de Tarragona y con el Patronat Municipal d’Esports de Tarragona para perfilar los detalles del gran día: el tramo concreto y las necesidades técnicas que la ciudad deberá cubrir.
El territorio se congratula
La noticia ha sido recibida con entusiasmo en el territorio. El propio alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, remarcaba en la presentación que «esta etapa volverá a ser una muestra de la capacidad de la ciudad de acoger eventos de primer orden». «Como tarraconense, estoy muy contento. Tarragona es un lugar para organizar grandes cosas a nivel deportivo. Y en 2026 seguro que se demostrará», añadía el conseller de Esports, el tarraconense Berni Álvarez.
Desde la Diputació de Tarragona, el presidente del Patronat de Turisme, Carlos Brull, mantiene que «para la Costa Daurada, el Tour, que se retransmite en más de 190 países, ofrece una exposición global que puede atraer a futuros visitantes. Acoger una etapa es mucho más que un evento deportivo: es una ventana abierta al mundo que permite mostrar la riqueza paisajística, cultural e histórica de un territorio. Este evento de repercusión internacional atrae a miles de visitantes y genera una gran cobertura mediática, con una audiencia global que supera los 3.500 millones de espectadores en todo el mundo».
«El impacto económico y turístico es innegable: desde el aumento de la afluencia de visitantes hasta la promoción internacional del territorio. No obstante, también representa una oportunidad única para reforzar la identidad cultural de la región. Muchos ciclistas aficionados visitan posteriormente estas zonas para recorrer los mismos caminos que los profesionales», añade Brull, quien también quiere dejar claro que «el ciclismo es una disciplina bien arraigada a la Costa Daurada».
Al salir de Tarragona. Altafulla y Torredembarra serán las primeras localidades por donde pase la etapa. Ambas alcaldías ya han hablado para intentar que el recorrido sea por dentro del núcleo urbano: «Altafulla ya tuvo una salida de la Volta a Catalunya el año pasado y muchos equipos duermen en hoteles del municipio, y que haya este evento es una gran oportunidad», manifiesta el coalcalde de Altafulla, Jordi Molinera. Por su parte, el alcalde de Torredembarra, Vale Pino, se muestra en la misma línea: «Estamos muy contentos y muy ilusionados, con ganas de ponernos a colaborar con la organización».
Lo expresa también el alcalde de El Vendrell, Kenneth Martínez: «Es una gran oportunidad; un evento de impacto mundial que dará a conocer nuestro territorio y nuestras playas, coincidiendo con las Festes dels Barris. ¡Todos los caminos pasan por El Vendrell!». En esta línea, el alcalde de Calafell, Ramon Ferré, comenta que «será muy importante para promocionar el municipio».
Se manifiesta de la misma forma el concejal de Turisme del Ayuntamiento de Cunit, Jaume Casañas: «Nos proyectará como municipio; aquí tenemos el Club Ciclista de Cunit, que el año pasado cumplió cuatro décadas, y hay una gran cultura ciclista». Cunit será la última localidad de Tarragona por la que pasará el Tour, que posteriormente entrará en la provincia de Barcelona por Cubelles y seguirá por la línea de costa hasta rodear la capital catalana por el barrio de Sarrià, para terminar en el castillo de Montjuic.
