Todos los grupos políticos que forman el pleno municipal de Tarragona, a excepción de la CUP, estarían de acuerdo en que los comercios abrieran todos los domingos y festivos de verano. La única condición que pone la mayoría de formaciones es que se consiga el máximo consenso entre los agentes comerciales de la ciudad. La opinión de los partidos es importante, teniendo en cuenta que la propuesta acabará pasando por el plenario, donde se votará. La última palabra será de la Direcció General de Comerç de la Generalitat.
La iniciativa, impulsada por algunas instituciones comerciales, pretende que los establecimientos abran sus puertas todos los domingos y festivos, desde el 15 de junio hasta el 15 de septiembre, de 12 a 20 h. Las grandez superficies comerciales, como Parc Central y El Corte Inglés, están cien por cien a favor de la medida, mientras que el pequeño comercio se muestra un poco más reacio al asunto, por un tema de conciliación familiar.
Desde la concejalía de Comerç del Ayuntamiento de Tarragona, ayer, aseguraban que darán su apoyo a la propuesta siempre que se cuente con el consenso de todo el sector. Además, el concejal, Dídac Nadal, ponía como condición que la apertura de los domingos se tradujese en más contratación de personal.
La voz de los partidos
En esta misma línea, Berni Álvarez, concejal del PSC, opina que su formación votará sí si se consigue el consenso de todas las partes y si se ponen en marcha campañas que den apoyo a la causa. «A todo ello hay que añadir la complejidad propia del comercio tarraconense, disperso por toda la ciudad», añade Álvarez.
La número 1 de Ciutadans en el Ayuntamiento, Lorena de la Fuente, asegura que se trata de una reivindicación histórica de su partido. «Esto serviría para reforzar la dinamización comercial de la ciudad y sería un foco importante de atracción turística», comenta la portavoz de la formación naranja.
José Luis Martín, del PP, se muestra a favor de liberalizar los horarios y de «proteger y promocionar el pequeño comercio». El popular dice apostar por «un modelo que crea empleo y nos permita ejercer la capital turística y comercial».
José Luis Calderón y Sonia Orts, del grupo de concejales no adscritos, aseguran que «no estamos en contra de que puedan abrir, pero de forma voluntaria, no obligatoria», y añaden que «entendemos que será un beneficio para Tarragona, pero también deberemos escuchar a los comerciantes que se oponen».
La CUP, formación que forma parte del gobierno municipal, se posiciona contraria a la medida. «No nos sorprende que sean las grandes superficies quienes quieran tirar adelante esta iniciativa. La realidad es que no hay consenso», dice Eva Miguel, concejala de la CUP, quien añade que «abrir los comercios los domingos beneficia un modelo que perpetua la precariedad laboral y puede poner en riesgo el descanso semanal de los trabajadores». Finalmente, Miguel asegura que «no hay consenso en la propuesta».
