Hacia las 18 de la tarde ya se encontraban en uno de los restaurantes del Serrallo. A simple vista, nadie hubiese dicho que están enfermos. Pero a todos ellos les une alguna dolencia y precisamente por eso se juntaron hace un año para crear ‘Perfectamente imperfectos’. «Somos un grupo de personas que pretendemos dar visibilidad a nuestras enfermedades y romper sus estigmas a base de humor». Este es, según los integrantes, el resumen de la compañía.
El grupo de 8 artistas – ayer solo fueron 6 – hizo su primera actuación en octubre del pasado año y, desde entonces, han ido de en escenario en escenario riéndose de ellos mismos para concienciar a la gente que las enfermedades existen y, lo más importante, se puede vivir con ellas. Fibromialgia, epilepsia, párkinson... Son algunas de las dolencias que acompañan día a día a los componentes de la compañía.
«Cuando subimos al escenario compartimos con el público nuestra visión individual sobre lo que tenemos que vivir cada día. Pretendemos hacer reflexionar y el humor es la mejor herramienta». Así explicó Ricken la preparación de sus monólogos. Tiene epilepsia y, junto a sus compañeros, ha encontrado en el humor y las risas la mejor forma de sobrellevar su enfermedad.
Laia Castelló, otra de las integrantes, no tiene una piel ‘normal’ a ojos de la sociedad. Gracias a la compañía ha aprendido a reírse de su vitíligo y, con sus monólogos, intenta contagiar a todo el mundo su espíritu de superación. Pero, ¿tiene el humor algún límite? Los integrantes de ‘Perfectamente Imperfectos’ lo tienen claro. «Los límites los ponemos nosotros junto al público. Normalmente, primero se sorprenden, pero luego todos ríen. Ya saben qué vienen a ver. Si alguien no se ríe tal vez el problema lo tiene esta persona», detalló Ricken.
La asociación ‘Si jo puc, tu també’ se encarga de recaudar fondos para investigar la epilepsia
Después de repasar los apuntes en sus libretas y quitarse los nervios de encima, el ‘equipo tullido’ – cómo no, más humor para referirse a ellos mismos – fueron subiendo al escenario uno tras otro. 10 minutos de monólogo en el que cada uno de los integrantes explicó, entre risas y chiste s, sus experiencias con sus enfermedades. El patio del teatro estaba completamente lleno y el público se mostró muy entregado con los artistas.
Ricken se encargó de presentar a sus compañeros. Isaac José fue el primero en aparecer. Su monólogo se centró única y exclusivamente en la salud mental. Fue diagnosticado con Trastorno Límite de la Personalidad hace años y poco a poco fueron apareciendo otras patologías como el Trastorno Obsesivo Compulsivo o la ansiedad. Evidentemente, todas y cada una de sus intervenciones se tiñeron de humor, pero con el objetivo de explicar a los asistentes en qué consiste su trastorno. David Sanahuja, el presidente de la asociación Si jo puc, tu també #Epilep, se mostró muy agradecido y contento desde el principio del acto hasta su fin. La agrupación, que actualmente cuenta con 100 socios, persigue el objetivo de acompañar a personas epilépticas para intentar combatir la ansiedad o la depresión, así como recaudar fondos para la investigación de la enfermedad.
«Programamos actos durante el año que consisten en ir a pasear al bosque, hacer visitas guiadas o fomentar la cultura con actos como este. Queremos sacar a la gente de casa y crear grupos de ayuda mutua para sobrellevar la enfermedad de la mejor forma posible», explicó Sanahuja. Además, la asociación ha participado en la financiación de cuatro programas de investigación para la epilepsia.
Actos como el de ayer sirvieron para visibilizar y romper tabúes que aún existen en la sociedad. En total, 90 minutos de carcajadas con el objetivo de aprender a reírse de uno mismo y quitarle hierro a los problemas.