Comer una empanada chilena, disfrutar de una actuación de la soprano urcraniana Anna Pompeeva (voz de la Òpera Nacional de Kharkiv) o participar en un debate. Estas son algunas de las actividades que podrán hacerse mañana durante la I Fira de la Diversitat que tendrá lugar durante todo el día (de 10 de la mañana hasta las 2 de la madrugada) en el Palau Firal i de Congressos.
La fiesta de mañana, que pretende ser un reflejo de la interculturalidad de la ciudad, se realiza en el marco del I Congrés de Migració i Intercultural del Camp de Tarragona, que se inaugura hoy en el Palau.
Amplia muestra
Paula Varas, concejal de Nova Ciutadania, explica que esta es la primera vez que se organiza una feria de estas dimensiones en la ciudad en la que participan tantas asociaciones de personas migrantes. De hecho, en las actividades habrá participación de entidades de Paraguay, Bolivia, Polonia, Palestina, Colombia, Ghana, Marruecos, Uruguay, Chile, Senegal, el pueblo indígena de Biafra, Perú, Nigeria, China, Bulgaria, Ecuador, Ucrania, Brasil, Rumanía, Marruecos, Italia, México, Honduras, Argentina y Filipinas, entre otros.
La feria se realizará en el mismo recinto donde se celebra el Parc de Nadal y en la zona exterior habrá paradas de gastronomía de distintas nacionalidades que estarán abiertas durante todo el día.
En la parte interior habrá paradas y carpas de una veintena de servicios municipales y distintas entidades de la ciudad, a la par que distintos puestos donde se podrán comprar artesanía y productos típicos. Habrá, además, un servicio gratuito de ludoteca así como hinchables para los niños.
Contará también con un espacio donde se desarrollarán debates sobre distintos temas como la homologación de títulos extranjeros, entre otros.
La muestra cultural será también de lo más variada y destacan el espectáculo ‘Viva México’ a las 16 horas o el festival de danzas de América, Asia, África y Europa, a las 19 h. Por la noche, a partir de las 22h., habrá música en vivo y DJ.
Varas explica que el congreso y la feria son el resultado del trabajo de la Taula Intercultural de la ciudad, en la que participan 52 asociaciones de distinta índole. «Es un cambio de paradigma, una forma de mostrar la migración no como un asunto asistencial, sino de decir que estas personas están aquí para quedarse y necesitan ser partícipes en todo lo que tenga que ver con el futuro de la ciudad».