La asamblea de La Sang ratificó ayer los nuevos miembros de la junta directiva, después de que el pasado mes de noviembre, más de la mitad de los componentes dimitieran en bloque por desavenencias con el prefecto, mosén Queraltó. La votación estuvo muy ajusta. 42 congregantes votaron a favor de la ratificación, mientras que 38 dijeron no. Algunos de los miembros de la antigua junta denunciaron que no se convocaron a todos los congregantes, solo a los que tenían correo electrónico. Durante la asamblea se vivieron algunos momentos de tensión entre ambas partes.
Para entender la votación de ayer debemos remontarnos al mes de noviembre del año pasado, cuando 12 de los 17 miembros de la junta directiva de Congregació de La Sang decidieron dimitir después de descubrir que el prefecto, mosén Queraltó, había cambiado la propiedad de la sede de la entidad, ubicada en la Plaça del Rei. Hasta entonces, era exclusivamente de La Sang, mientras que ahora pasa también a ser propietaria la congregación de La Soledat. Los trámites se llevaron a cabo en el año 2018. Según algunos ex miembros de la junta, la operación se llevó a cabo «de escondidas».
Por todo ello y otras discusiones, buena parte de la junta dimitió de su cargo. Fue entonces cuando se incorporaron cinco miembros nuevos, que ayer fueron ratificados.
Un resultado ajustado
La asamblea tuvo lugar ayer por la tarde en la iglesia de Natzaret, y reunió cerca de 80 congregantes. Desde un inicio, el encuentro estuvo marcado por la tensión entre ambos grupos. Pese a que la votación fue ajustada, finalmente se ratificaron los miembros. La nueva junta etsá presidida por el prefecto, mosén Queraltó, y el subprefecto, Ramon Mullerat. Este último fue uno de los pocos que no dimitió el pasado noviembre.
«Fue una reunión muy esperpéntica. Votamos a mano alzada y sin ningún tipo de control», explica Maria Grau, la que fue secretaria de la junta y que acabó dimitiendo. Según los ex miembros, la nueva directiva desconocía si todos los presentes podían votar. «Todos los congregantes tienen voz, pero no voto. Es necesario estar al corriente de pago», añade Grau. También denuncian que solo se avisaron a aquellos cofrades que tienen correo electrónico. «Nosotros, mandábamos la convocatoria por correo postal», dice Grau.
Por su parte, el subprefecto de la entidad, Ramon Mullerat, asegura que el nuevo equipo se ve con muchas ganas de preparar y organizar la procesión del Viernes Santo, y apunta que a partir de hoy ya empiezan las reuniones con los arrenglaradores y la banda de tambores. «Debemos tener claro lo que representamos. Jesucristo es amor y perdón. Deberíamos tomar ejemplo», añade Mullerat.