Tarragona padecerá en 2050 la temperatura media de lugares como Cádiz o Málaga. De aquí a solo 27 años, la previsión es que la provincia, según la media, alcance los 23,57 grados. Es prácticamente la misma que tiene actualmente Cádiz (23,63) y la que ostenta Málaga (23,54). Asimismo, superará la que registra Córdoba (23,49) y se quedará cerca de la de Sevilla (24,89).
También será mayor que la que marca en estos momentos Badajoz (23,5), otra región situada en latitudes mucho más al sur y donde el termómetro suele dispararse más. Son los cálculos del Visor de Escenarios de Cambio Climático, una herramienta de la Plataforma sobre Adaptación al Cambio Climático, AdapteCCa.
Un estudio indica que las ciudades del hemisferio norte desplazan su clima un promedio de 20 kilómetros hacia el sur cada año
Se trata de una iniciativa desarrollada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que dibuja los eventuales escenarios del calentamiento global. Ramón Pascual, delegado territorial en Catalunya de la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología), monitoriza estos días una ola de calor que, dentro de la frecuencia habitual en verano, muestra algunas excepcionalidades: «La persistencia está siendo muy significativa. Muchos observatorios nos dicen que viendo sus series no es habitual, por ejemplo, estar superando los 40 grados tantos días seguidos. Hay una persistencia en valores muy altos, más allá de los récords que se han ido batiendo».
No solo cuestión de extremos
Ese nivel del mercurio proyectado a dos décadas vista no se aleja en exceso de la canícula que lleva azotando toda esta semana. «El cambio climático se manifiesta en un calentamiento que estamos viendo en los extremos pero también en las temperaturas medias, que van experimentando subidas», indica Pascual.
Tarragona capital tendrá en 2100 la temperatura de Sevilla y Reus la de Granada, ya en 2050
El meteorólogo da por hecho que los registros en Tarragona van a asimilarse a algunos que se ven en la actualidad, por ejemplo, en Andalucía: «Vamos en esa dirección. Es como si nos estuviésemos moviendo de latitud hacia el sur». Está por ver si la mitigación corrige esas predicciones y las equipara a rangos más benévolos y optimistas.
A finales de siglo, en 2100, Tarragona alcanzará los 26 grados, por los 22,2 que tiene ahora, siempre considerando que se trata de proyecciones y de medias provinciales y que hay que tener en cuenta otros parámetros climatológicos como la humedad.
El estudio también permite hacer una aproximación por municipios: Tarragona capital pasaría de 21,5 grados actuales a 22,8 en 2050 y a 24,9 en 2100, una temperatura, esta última, como la de Sevilla. Reus llegaría en 2050 a los 22,8, un umbral como el de la actual Granada.
«A Barcelona, que tiene un clima suave, se le asigna para 2050 la temperatura media de Málaga» , señala Francesc Mauri, geógrafo y meteorólogo
El meteorólogo y geógrafo Francesc Mauri, en una sesión sobre cambio climático en la última edición de Expoquimia, habló de este tipo de proyecciones: «A Barcelona, que tiene un clima suave, en 2050 se le asigna la temperatura media de Málaga. A Lleida, que tiene un clima más continental durante nueve meses al año tendrá la de Sevilla. Es decir, si esto se cumple, que de hecho el pronóstico es de hace tres años y en los últimos tres estamos superando lo esperado, evidentemente nada va a ser igual. No van a ser iguales las playas, porque algunas no existirán, ni los cultivos de frutales, y el turismo se va a comportar de otra manera».
Impacto en el turismo
En esa línea, un reciente informe del Centro Común de Investigación europeo asegura que los países del sur perderán visitantes en verano, pero que recibirán más viajeros en primavera y en otras estaciones menos cálidas. Ocho regiones españolas, entre ellas Catalunya, figuran entre las más perjudicadas por ese trasvase de viajeros hacia el norte en el contexto de la crisis climática.
«El calentamiento nos está haciendo mover de latitud hacia el sur», reconoce Ramón Pascual, meteorólogo de la AEMET
Cualquier parámetro que se analice a futuro muestra que el clima va a ser cada vez más cálido. Un ejemplo en ese diagnóstico en Tarragona: para 2025, hay establecida una media de 60,4 días con una temperatura mínima mayor de 20 grados. En 2050, serán 81 jornadas en estas condiciones y a finales de siglo 108, prácticamente el doble que en la actualidad.
La duración máxima de las olas de calor también se triplicará de cara a finales de siglo en la provincia. El panorama tiende a apocalíptico si se analizan las precipitaciones. Asimismo, sugiere que la sequía ha llegado para quedarse. Para este año, hay marcada una media de 55,5 días de lluvia en Tarragona. En 2050 habrán bajado a 52 y en 2100, el máximo de esta estimación, a 40.
La aplicación en cuestión también permite tomar perspectiva y ver la evolución a largo plazo, incluso desde el pasado: Tarragona ha pasado de 48,2 noches cálidas en 2006 a las 84 del año 2050 y a las 111 que están previstas para 2100.
Londres, como Barcelona
Un estudio de la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zurich (Suiza) radiografía el impacto del alza de los termómetros a nivel mundial y establece que para ese 2050 que siempre actúa de referencia «el clima de Madrid se asemejará al de Marrakech hoy, Estocolmo se parecerá a Budapest, Londres a Barcelona, Moscú a Sofía o Seattle a San Francisco». El análisis, basado en un modelo de 520 poblaciones y sus 19 variables del clima, muestra una tendencia general en la que las ciudades del hemisferio norte tienden a desplazar su clima un promedio de 20 kilómetros hacia el sur cada año.
Mientras, las urbes ubicadas en el trópico van a ver variar menos sus condiciones pero padecerán precipitaciones más extremas y se enfrentarán a un clima más seco. El informe concluye que el 77% de los núcleos experimentarán episodios propios de regiones más meridionales debido a ese aumento de temperatura. Un 22% de las ciudades harán frente a escenarios extremos para los que no hay precedentes.
Llega un cambio brusco de tiempo este fin de semana
La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología anuncia que tras el episodio de altas temperaturas «se espera un cambio de tiempo muy significativo en Catalunya, con la llegada de una masa de aire más fresca desde el Atlántico». Comenzará a penetrar en territorio catalán durante el sábado y «provocará un acusado descenso de temperaturas a su paso, de forma que el domingo alcanzarán valores incluso por debajo de lo normal para la época, sobre todo en zonas de interior». También habrá rachas fuertes de viento en el sur de la provincia de Tarragona. Esa inestabilidad supondrá dejar atrás la intensidad del calor de estos últimos días: «Las temperaturas mínimas también se normalizarán progresivamente, con valores por debajo de 20 ºC de manera generalizada el domingo, a excepción de algunos puntos del litoral central». El descenso térmico comenzará hoy pero se acentuará mañana sábado y especialmente el domingo.
Todo ello podría ir acompañado de lluvias: «Durante el sábado se esperan precipitaciones en el Pirineo y tormentas a partir de la tarde en el tercio sur, pero sin descartar que alcancen el litoral o se extiendan al final del día al resto de zonas. A lo largo del domingo, los chubascos y tormentas podrán darse en cualquier punto del territorio».
