En los últimos dos años, un estudio del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) ha situado a Tarragona como la segunda ciudad de Europa con mayor consumo de cocaína por habitante. Un análisis reciente revela que entre 2023 y 2024, el consumo ha experimentado un incremento del 1,3%. En este último año, la marihuana crece un 18,6% y la anfetamina un 6%
Para este estudio, se han analizado las aguas residuales de 155 ciudades en una treintena países europeos, dentro del marco del grupo SCORE, encargado de examinar estas muestras en todo el continente.
En Tarragona, el Grup de Cromatografia i Aplicacions Mediambientals de la Universitat Rovira i Virgili (URV) se encarga de analizar los contaminantes presentes en el agua. Las drogas llegan a las aguas residuales a través de la orina, ya sea la propia sustancia porque no está del todo asimilada o el metabolito que genera el cuerpo una vez que la consume.
Lo que se tiene en cuenta, pues, es la sustancia que se genera una vez que ya se ha consumido, por lo que no hay duda de que los datos se centran en la droga que ha pasado por el cuerpo humano.
Por lo tanto, se detectan los metabolitos de la cocaína (llamados benzoilecgonina), los del cannabis (11-nor-9-carboxi-delta-9-tetrahidrocannabinol) y la anfetamina, la metanfetamina y el éxtasis.
El procedimiento consiste en examinar muestras recogidas en la depuradora de Tarragona. Debido a la complejidad de los datos, la URV participa en un ejercicio del proyecto SCORE, donde el OEDT proporciona las muestras y valida los resultados. De este modo, los valores publicados son el resultado de un análisis coordinado entre diversos organismos europeos.
¿Qué se ha detectado?
En Tarragona, los resultados de consumo de cocaína han sido:
· 2022: 1.610 mg/día por cada 1.000 habitantes
· 2023: 1.464 mg/día por cada 1.000 habitantes
· 2024: 1.483 mg/día por cada 1.000 habitantes
En comparación, Amberes, la ciudad con mayor consumo, registra 1.997 mg/día, mientras que las ciudades con menor consumo apenas alcanzan 15 mg/día.
El cálculo se basa exclusivamente en los metabolitos generados por el organismo tras la ingesta de la droga, lo que confirma que los datos reflejan el consumo real y no la presencia de residuos externos.
¿Por qué Tarragona?
Las razones de este elevado consumo no están claras. Fuentes de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil coinciden en que Tarragona no es un punto habitual de incautación de cocaína, lo que sugiere que la droga circula sin grandes decomisos. Aun así, no hay una explicación concluyente sobre por qué Tarragona supera a otras ciudades costeras con patrones de consumo similares.
¿Cómo se realiza el análisis?
El procedimiento consiste en examinar muestras recogidas en la depuradora de Tarragona. Debido a la complejidad de los datos, la URV participa en un ejercicio del proyecto SCORE, donde el OEDT proporciona las muestras y valida los resultados. De este modo, los valores publicados son el resultado de un análisis coordinado entre diversos organismos europeos.
Las muestras de aguas residuales se recolectan durante una semana entre marzo y mayo, en colaboración con la estación de tratamiento de aguas. Este período se elige para evitar alteraciones en los datos debido al turismo estacional.
Si bien el análisis de aguas residuales es una herramienta útil para estimar el consumo de drogas, no proporciona información sobre la frecuencia de uso, el perfil de los consumidores ni la pureza de las sustancias. Además, existen desafíos metodológicos en la interpretación de los resultados, como las diferencias en los métodos de análisis y las incertidumbres sobre el número exacto de habitantes en el área muestreada.
Para mejorar la precisión del estudio, se han incorporado datos de dispositivos móviles, permitiendo estimar con mayor exactitud el tamaño dinámico de la población en el momento del muestreo.
Pese a estos esfuerzos, tanto los expertos como las fuerzas de seguridad ponen en duda la posición de Tarragona en la tabla, considerando que los resultados podrían no reflejar fielmente la realidad del consumo en la ciudad.
