Pese a que el calendario indica que el año nuevo chino empezó el 22 de enero, la comunidad china de Tarragona se reunió este sábado en la plaza Corsini para dar la bienvenida al año del conejo de agua.
Más allá de la celebración que supone el dejar atrás el año del tigre, la intención de este acto fue el de dar a conocer la cultura china, a través de distintas muestras folclóricas, desde música y danzas tradicionales a productos típicos de la gastronomía del gigante asiático.
Talleres de caligrafía china, de cómo hacer o incluso de juegos tradicionales, como el Mahjong, el Weiqi o el ajedrez chino. Algunos curiosos también se atrevieron a probar el ‘tanghulu’ una golosina que consiste en un pincho de fruta caramelizada con azúcar, por lo general, una fresa.
Durante toda la mañana se sucedieron actuaciones musicales en las que, principalmente, participaron los más jóvenes de la comunidad china tarraconense. Fueron un total de nueve muestras que el público aplaudió.
Una comunidad muy activa
La consellera de Nova Ciutadania del Ajuntament de Tarragona, Paula Varas, estuvo presente en la celebración. Asegura que la comunidad china es la tercera de la ciudad en población, y que son muy activos y participativos. «Desde la conselleria pretendemos visibilizar todas las comunidades de la ciudad, y la china es una parte muy importante de Tarragona», aseguró Varas.
La consellera recordó que en Tarragona también hay un notable movimiento de estudiantes de origen chino en la Universitat Rovira i Virgil que residen en la ciudad.
Zhu Rongrong, coordinadora del Aula de Xinès, explica que el objetivo de la celebración del año nuevo chino en la céntrica plaza Corsini es «acercar la cultura a la ciudadanía». Zhu considera que este tipo de actos son también una ocasión para celebrar el año en familia, pero también abriéndolo a más gente.
