La fachada marítima de Tarragona está en obras. Tan solo hay que pasear de un extremo al otro de la playa del Miracle para constatar una transformación que en los próximos meses renovará completamente el frente litoral de la parte más céntrica de la ciudad.
De forma simultánea, las máquinas que se encargan del desmontaje del mamotreto trabajan a escasos 500 metros de las que construyen el nuevo Parc del Port. Dos proyectos de renaturalización que generarán más de 10.500 metros cuadrados de nueva superficie verde, donde ahora el protagonismo lo ha tenido el hormigón y el asfalto.
«Es un caso muy simbólico de lo que significa este cambio de paradigma, en el que pasamos de estar preocupados por donde aparcar el coche a hacerlo para recuperar espacios naturales», argumenta el concejal de Medi Ambient del Ayuntamiento de Tarragona, Guillermo García de Castro.
El denominador común que comparten ambas actuaciones es que el vehículo privado quedará relegado a un segundo plano, mientras los peatones ganarán protagonismo. El dibujo final de cómo quedará todo el entorno de la Punta del Miracle todavía no lo conocemos. Mientras las excavadoras avanzan con el desmontaje de la estructura de hormigón, desde el Ayuntamiento se está avanzando con el proyecto para la renaturalización posterior.
En cambio, el Port de Tarragona sí que tiene bien definida la fotografía final de cómo quedará este nuevo pulmón verde que cambiará radicalmente el entorno de las sedes de la Autoritar Portuària, además de los accesos al Km 0 y la zona que queda enfrente del Port Esportiu.

Las obras empezaron en noviembre y a finales del pasado mes de marzo se ponía en marcha la segunda fase. «Primero estamos reorganizando toda la parte de la circulación de vehículos para tener el espacio libre y poder actuar», explica Teresa Jacas, encargada de la dirección de la obra.
Lo primero fue habilitar el vial que enlaza el Miracle con el Moll de Costa, acercándolo al máximo hasta la vía del tren para ganar espacio y reducir el asfalto. A partir de ahí, hace unos días quedó fuera de servicio la gran rotonda junto al edificio institucional, para trabajar con el vial de acceso al Dic de Llevant.

Este será el único acceso en el que se mantendrá el tráfico rodado, para que puedan entrar los vehículos a la zona de aparcamientos de la APT. Por este motivo, tiene que acondicionarse con un doble sentido de circulación, mientras el carril bici se desplazará a la parte interior, para dar una continuidad a la plataforma existente hasta el Km O.
Esto ha obligado a desviar provisionalmente la circulación de vehículos por el vial del Passeig del Rellotge, que en un futuro quedará como un paseo, con árboles a cada uno de los lados, de forma que desaparecerán las plazas de aparcamiento y no podrán pasar los coches. Estos también desaparecerán de la gran plaza del Port, además del aparcamiento lateral y la macrorrotonda que será desmontada, de forma que se generarán 4.500 metros cuadrados de nueva zona verde, incrementando en un 64% la superficie actual. En cambio, se perderán unos 60 puestos de estacionamiento.

El futuro parque combinará zonas con nueva vegetación con espacios con pavimentos que se conocen como SUDS (Sistema Urbano de Drenaje Sostenible), que retienen el agua que se filtra en el subsuelo. El verde se plantará «después de Santa Tecla» y consistirá íntegramente en plantas y árboles de vegetación autóctona de esta parte del Mediterráneo. «Que nadie se espere al principio el verde que se ve en los renders, los árboles tienen que plantarse pequeños para que vayan adaptándose. Tendremos que esperar y ser pacientes», dice Jacas.

Otro de los grandes cambios será la nueva escalinata que se abrirá en el muro junto al edificio de Stella Maris, generando una nueva puerta de entrada desde el Moll de Costa. «El futuro parque nos ayudará a conectar diferentes espacios de alto interés para la ciudadanía», señala el presidente del Port de Tarragona, Santiago J. Castellà.
Los trabajos tendrán una duración total de doce meses, de forma que antes de fin de año se prevé que el nuevo Parc del Port sea una realidad. «De momento vamos on time», indica Jacas.
«Esperamos que esta inversión sea una palanca que promueva una mejor conectividad entre el Port y la ciudad mediante la Plaça dels Carros», indica Castellà. En este sentido, el Ayuntamiento y el Port de Tarragona impulsaron una comisión técnica que está trabajando para «buscar soluciones que mejoren esta relación, con el objetivo de atraer a la ciudadanía a la fachada marítima y que puedan disfrutar de los espacios de ocio y cultura del puerto», según el presidente del enclave tarraconense.
Con un presupuesto de adjudicación de 2.686.026 euros, las obras del nuevo Parc del Port están previstas para finales de año.