El Ayuntamiento de Tarragona ha abierto un expediente sancionador a la Sareb, propietario del palacete Casa Bertran (ubicado en el número 6 de la calle dels Descalços) conocido popularmente como Cal Pobre. El inmueble está cerrado desde 2022, cuando se tapiaron los accesos ante las diferentes okupaciones sufridas.
Este inmueble de la Part Alta, que en su día fue okupado (antes de la Covid-19) y tuvo sus problemas de convivencia con el vecindario, actualmente se encuentra vacío de la calle dels Descalços, por el preocupante estado de deterioro en el que se encuentra.
El 11 de junio, informa el Diari Més, la Guardia Urbana recibió una denuncia por el derrumbe parcial del techo en una de las vertientes interiores del edificio. Según fuentes municipales, se observaron «deficiencias muy graves desde la azotea de los edificios vecinos».
Los agentes entraron en el inmueble y certificaron el deterioro y acreditaron que las deficiencias de este antiguo palacete del siglo XVIII iban a más. Entre otras cosas, los pavimentos nobles de la planta principal no están y los jardines se encuentran en un claro estado de abandono, señala el rotativo.
En 2022 y 2023, el Ayuntamiento de Tarragona instó a la propiedad del edificio a realizar diversas actuaciones para frenar el deterioro de este inmueble de la calle dels Descalços. Los actuales propietarios no habrían llevado a cabo las exigencias municipales y por este motivo, el concejal de Vivienda y Patrimonio, Nacho García, firmó el lunes un decreto que impone a la propiedad de la casa una multa de 1.000 euros por el incumplimiento de las exigencias desdde 2022 y además por el último episodio del derrumbe parcial del tejado.