El esperado nuevo gimnasio municipal de Sant Pere i Sant Pau deberá esperar al 2025. El gobierno municipal ha hecho público este miércoles que, debido al cambio normativo del Còdi Tècnic d’Edificació (CTE), deberá volver a licitar la actualización del proyecto, valorado en unos 2,5 millones de euros.
«Aprovechando esto, se mirará si existe la posibilidad de reducir costes sin renunciar a ninguna parte del proyecto», indican fuentes municipales, las cuales detallan que, en paralelo, ya se están configurando los pliegos de cláusulas para, más adelante, abrir la licitación de las obras.
De hecho, viendo que la tramitación administrativa obligada comportará que el inicio de las actuaciones no sea posible hasta principios del próximo año, este miércoles el pleno ha aprobado un cambio temporal de financiación de la obra mediante un modificativo de crédito. Inicialmente, el presupuesto de este 2024 contemplaba una partida de 1,2 millones de euros mediante crédito bancario. Pese a ello, el consistorio necesita urgentemente este dinero para pagar unas expropiaciones de la zona de Ponent, por lo que provisionalmente el proyecto pasa a estar sujeto a la venta de patrimonio. «Si el dinero se necesita, se habilitará», recalcan las fuentes.
Edificio de tres plantas
La construcción del nuevo gimnasio del barrio cooperativo es una de las principales obras pendientes en el horizonte en materia de equipamientos deportivos.
La intervención se centrará en la construcción de un nuevo edificio de tres plantas de altura entre la piscina y el pabellón actuales. Este futuro inmueble tendrá planta baja –donde estarán los vestuarios y la zona de aguas– y un nivel de altura, que contará con las salas de actividades y musculación, más dos despachos para la rehabilitación.
En total, el nuevo centro tendrá una superficie de 1.649 metros cuadrados, con un ascensor que conectará el nuevo edificio con el pabellón, lo que facilitará que las personas con movilidad reducida puedan acceder directamente a las graderías del polideportivo.
Desde el ejecutivo de la Plaça de la Font se recalca que, pese a tener que actualizar ahora la normativa del plan, el proyecto «no cambiará». Pese a ello, con varios meses de tramitación administrativa por delante, lo más seguro es que las primeras obras no puedan verse hasta principios del 2025. Teniendo en cuenta que el timing prevé diez meses de actuaciones, lo más seguro es que el nuevo recinto no esté listo hasta el 2026.