La ciudad de Tarragona cifra en 400 millones de euros las inversiones anunciadas en los últimos meses, que principalmente está previsto que se ejecuten a lo largo del «próximo mandato». El dato lo daba a conocer el alcalde, Pau Ricomà, en la nueva reunión de la Mesa de Desenvolupament Econòmic con una veintena de representantes sociales y económicos de la ciudad.
Tras este encuentro, Ricomà puso en valor el «salto adelante» que supondrán estas inversiones, teniendo en cuenta que «la gran mayoría deben estar ejecutadas en 2026, ya que muchas están vinculadas a los fondos Next Generation».
La dignificación del Fòrum de la Colònia (3 millones de euros) y el Greenbelt’26 (3,3 millones de euros) tan solo son dos de los proyectos presentados por el Ayuntamiento que han obtenido estos fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, impulsados desde la Unión Europea.
A través de estos, la Generalitat también invertirá 13,4 millones en la Ciutat de Repòs. Por su parte, el Estado tiene prevista una inyección de 8 millones de euros –cuando se formalice el traspaso de carreteras– para el futuro carril bici que enlazará Tarragona con Altafulla y la ampliación del puente del Francolí, además de la recuperación de la Necròpolis.
Este listado se ampliaba hace unos días, cuando se daba a conocer el proyecto de presupuestos de la Generalitat, con 177,8 millones de euros para el futuro hospital Joan XXIII o los 75,8 millones para el Fòrum Judicial. La ampliación del CAP La Granja, el Institut de l’Arrabassada y el Parc de Bombers son otras de las actuaciones que ahora mismo tienen una partida presupuestaria comprometida.
«El trabajo realizado tendrá consecuencias muy importantes en el próximo mandato, generando puestos de trabajo y oportunidades para las empresas, así como un impulso muy importante tanto para la ciudad como para el conjunto del Camp de Tarragona», valoró el máximo responsable municipal.
Desde la Associació d’Hostaleria de Tarragona Ciutat, Javier Escribano, considera que esta inyección económica supone «una gran oportunidad para que Tarragona como capital pueda mejorar». La restauración está «muy satisfecha» después de que durante el año pasado se recuperó el turismo, con cifras récord en la ciudad. «Parece que se están haciendo cosas y que hay proyectos que se están desencallando y nos gusta porque se nota que se está trabajando. Este invierno creíamos que sería desastroso y estamos funcionando. Las calles están llenas», apuntaba Escribano.
Además del turismo, el comercio, la industria y la logística, en la reunión también estaban los representantes de las patronales y los trabajadores. Mercè Puig, secretaria general de CCOO en el Camp de Tarragona, valoraba que «el proyecto va en la buena dirección». Los 15 millones de euros para la reconversión de la industria, vinculados a la Vall de l’Hidrogen, además del proyecto del tranvía, son dos de las inversiones que destacaba en este contexto.
Según Puig, «la música suena bien». Pese a ello, «echo en falta que seamos más ambiciosos en el momento de impulsar un cambio de modelo y buscar la fórmula para desestacionalizar el turismo». Esta también pedía al Ayuntamiento que «más allá de que nos expliquen las cosas, nos gustaría poder participar y que hubiera un retorno».
Por su parte, el secretario general de UGT, Joan Llort, ponía en valor que durante la sesión se abordó el despliegue de la Llei d’Ordenació del Sistema d’Ocupació y del SOC, según la cual deberá constituirse un consorcio a nivel de Camp de Tarragona. «Todavía está verde pero debemos ser capaces de tener una visión de las necesidades de cara a un futuro y ser más ágiles con la FP para prever lo que nos vendrá», decía el dirigente ugetista. Llort considera que en el actual contexto «estamos viendo que hay que pensar más en un ámbito de Camp de Tarragona».