La Associació Protectora d’Animals i Plantes de Tarragona mantiene que, durante estas últimas semanas, han vivido «momentos de colapso» por lo que respecta especialmente al abandono de gatos, que ha aumentado mucho durante el verano.
«Han entrado muchos más gatos de lo que era habitual», admite la presidenta de la entidad, Núria Güell. No obstante, también comenta que también se han producido más adopciones.
En el caso de los perros, los datos son «más controlados»: «Han entrado una treintena durante los meses de verano y, en consecuencia, no ha habido tantas adopciones como en el caso de los gatos», apunta Güell.
La competencia de la recogida de los animales, ya sean gatos o perros, es del consistorio. Una vez que se ha llevado a cabo, deben pasar veinte días en las dependencias municipales sin que ningún presunto propietario reclame. Transcurrido ese tiempo, si están en condiciones de ser adoptados, entran en la protectora.
«Han entrado muchos más gatos de lo que era habitual», presidenta de la Associació Protectora d’Animals i Plantes de Tarragona, Núria Güell
Una historia de lucha
Los inicios de la protectora de Tarragona se remontan al año 1968: «Al principio, los animales estaban recogidos en las viviendas particulares de los socios», recuerda Güell. Posteriormente, una integrante cedió a la entidad unas naves industriales.
En el 2003, el Ayuntamiento de Tarragona habilitó las instalaciones actuales, ubicadas en el polígono de Riu Clar. El consistorio es quien se encarga de hacer frente a los gastos de suministros.
Para ayudar a la protectora, puede realizarse una transferencia al ES36 0081 0104 7900 0155 4158. También existe la posibilidad de colaborar a través de la opción de Bizum de donar a una causa solidaria –con el código 08268–. En su página web, pueden consultarse más vías.