La Policía Nacional intervino en Tarragona un total de 6.783 plantas de marihuana durante el año 2024. Son 1.438 kilogramos de droga, que hay que sumar a los 162 kilos de cogollos que pudieron retirarse del mercado. Por otra parte, se intervinieron 1.647,5 kilos más de hachís en tierras tarraconenses.
El dato representa un aumento en comparación con años anteriores: «La marihuana es el principal negocio criminal en toda Tarragona; el tráfico de estupefacientes y los delitos contra la salud pública están yendo al alza porque se ha juntado un conjunto de elementos que hace atractivo el hecho de utilizar esta sustancia para delinquir», comenta el inspector jefe de la brigada de Policía Judicial del cuerpo en Tarragona.
¿Qué elementos son? Básicamente, el bajo coste a la hora de crear la infraestructura para cultivar las plantas y una fácil salida a través de las vías de comunicación. Además, los beneficios se multiplican por tres, por cuatro y por cinco a medida que se van pasando fronteras hacia el norte de Europa.
«Estas organizaciones han visto aquí un filón delictivo, y quizás la aplicación de la legislación debería ser un poco más restrictiva en este sentido», apunta Sánchez. Lo comenta porque hay muchas bandas que se establecen en la provincia y tienen aquí la infraestructura, pero también hay grupos que ‘subcontratan’ a otros para que les transporten la mercancía a lo largo del continente.
«Cada vez utilizan medios más sofisticados para evitar el olor, vallas electrificadas para cuando vamos a entrar, trampas...», Cándido Sánchez, jefe de la brigada de Policía Judicial del CNP en Tarragona
Como aumenta la actividad delictiva, se incrementa también la violencia vinculada a este tipo de mafias: «Van armándose más y más para defender las plantaciones y los alijos; no dudan en utilizar el fuego», destaca Sánchez, que afirma que se han encontrado «que cada vez utilizan medios más sofisticados para evitar el olor, vallas electrificadas para cuando vamos a entrar, trampas... Es un tema que se está volviendo un poco preocupante». La Policía, no obstante, está también modernizándose para intentar luchar contra el crimen organizado.