Tarragona y Catalunya entera se encuentran en una carrera para eliminar completamente el amianto, un material cancerígeno y nocivo para la salud.
La intención es buena y notoria, pues la Generalitat ha impulsado una legislación específica para su erradicación, que suscribe que, tal y como exige la Unión Europea, este elemento deberá haberse eliminado de las construcciones públicas en 2028 y del resto en 2032.
Entonces es cuando se calcula que la mayoría de fibrocemento –que contiene amianto– caducará y, en consecuencia, será aún más tóxico.
No obstante, la pata que aún cojea es la de los ayuntamientos, a los que la ley estatal de residuos de 2022 obligaba a elaborar un censo de elementos públicos y privados que contienen amianto.
«Hay que priorizar su erradicación en los espacios con presencia de colectivos vulnerables», Esther Giménez-Salinas, Síndica de Greuges
También debe efectuarse un calendario de retirada, teniendo en cuenta que la erradicación debía estar completada en 2028 en el caso de las construcciones municipales y en 2032 por lo que respecta al resto.
Estos documentos debían presentarse, como tarde, en abril del año 2023. Sin embargo, a día de hoy, de los 184 municipios que conforman la demarcación de Tarragona y tienen amianto, solo 28 –un 15,2%– han enviado el censo y únicamente cuatro de ellos –un 2,2%– tienen un calendario de retirada planificado.
Las localidades con censo, según los registros de la Generalitat de Catalunya consultados por el Diari, son L’Aldea, Alfara de Carles, Arnes, Batea, Blancafort, El Catllar, Conesa, Cunit, Falset, La Fatarella, Flix, Gandesa, Horta de Sant Joan, Mont-roig del Camp, La Morera de Montsant, Els Pallaresos, Paüls, Les Piles de Gaià, Pontils, Pradell de la Teixeta, Salou, Santa Bàrbara, La Secuita, Tarragona, Tivenys, Vilabella y Vinyols i els Arcs. De todos estos, solo tienen calendario Gandesa, Horta de Sant Joan, Els Pallaresos y Tarragona.
La capital, de hecho, deberá eliminar 554 cubiertas, 134 kilómetros de tuberías de abastecimiento de agua y 49 agrupaciones de elementos en edificios de titularidad municipal que contienen fibrocemento.
Hasta el momento, se han recogido datos de los edificios municipales y de algunas administraciones que las han facilitado, como por ejemplo, la Autoritat Portuària de Tarragona (APT) o el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Además, la Generalitat proporcionó indicadores de cubiertas con fibrocemento detectadas mediante un estudio realizado por el Institut Cartogràfic de Catalunya.
Según este estudio, la demarcación tiene más de 20.000 cubiertas con este material, siendo Reus (1.190), Tortosa (1.160) y Ulldecona (1.007) las localidades con una mayor afluencia.
«El problema del amianto existe desde hace muchos años y es importante insistir en su retirada», Joan Pouget, miembro del Col·legi d’Enginyers Tècnics Industrials de Tarragona
Si se analizan los datos del conjunto catalán, se desprende que, de 948 municipios que aparecen en la lista, solo 273 –un 28,8%– han tramitado el censo y 45 –un 4,8%– saben cuándo eliminarán los elementos con amianto.
La media catalana, aunque sigue siendo mala, es mejor que la tarraconense. No obstante, los diferentes municipios han ido apuntando que la normativa no ha ido acompañada de los recursos humanos y económicos necesarios.
Dificultades para su erradicación
Un informe elaborado por la síndica de greuges de Catalunya, Esther Giménez-Salinas, reclama que la erradicación del fibrocemento sea una prioridad en el futuro, que se defina una legislación «exhaustiva» y que se destinen los recursos necesarios para llevarla a cabo con garantías, ya que, a pesar de que su uso se prohibió en 2022, el amianto continúa presente en cubiertas de edificaciones, depósitos de agua o tuberías.
El Síndic constata la dificultad de retirar este material, pero pide que, en el caso de que se valoren técnicas alternativas a la eliminación definitiva, se sea muy exigente, pues supondría aplazar la solución del problema y trasladarla a generaciones futuras.
«El coste total de eliminar un tejado en una casa de 100m² puede estar entre 5.500 y 6.000 euros», empresa de Tarragona dedicada a la eliminación de amianto
La prioridad, según la institución, es que se retire primero en aquellas instalaciones en las que pasan más tiempo colectivos vulnerables, como por ejemplo los infantes.
Cabe recordar que, tal y como explicó el Diari, se ha detectado la presencia de amianto en las instalaciones de once centros educativos de la demarcación de Tarragona, en los que estudian un total de 4.129 alumnos.
Por su parte, el ingeniero y miembro del Col·legi d’Enginyers Tècnics Industrials de Tarragona, Joan Pouget, afirma que «el problema del amianto existe desde hace muchos años y es muy importante insistir en su retirada», ya que su vida útil, al final de la cual empieza a ser tóxico, es de entre treinta y cincuenta años.
Pouget también comenta que existen algunas ayudas que posibilitan la eliminación y que, este 2025, ya se han publicado las bases reguladoras para la campaña de subvenciones.
¿Cuánto vale eliminar el amianto?
Desde una de las empresas de Tarragona que se dedica a la retirada de este material, constatan que las solicitudes están creciendo durante los últimos años.
En la erradicación estándar, «el coste total de eliminar un tejado en una casa de 100m² puede estar entre 5.500 y 6.000 euros», ya que las analíticas ambientales y del personal encarecen el precio final.
Para la eliminación, hay que tener en cuenta que el amianto no puede cortarse con herramientas como una radial y que, antes de la manipulación, hay que verter el líquido encapsulante para que no se dispersen las partículas.
Por su parte, los trabajadores que realizan estas tareas pasan controles sanitarios anuales y, además, utilizan unas duchas de descontaminación para quitarse los EPI después de realizar los trabajos de desamiantado.