Que el Carnaval de Tarragona no tiene nada que envidiar al de otras ciudades ya hace años que es evidente. Pero una vez más, esto se reafirmó durante la Rua de l’Artesania que ayer volvió a dejar boquiabiertos a todos los asistentes.
Más de 3.500 personas implicadas, 30 comparsas y hasta 53 carrozas lo dieron todo demostrando una vez más el potencial que tiene el Carnaval tarraconense, uno de los más espectaculares del Estado y, a la vez, uno de los más infravalorados.
Un Carnaval que este año ha incrementado su propuesto. De hecho, este se ha duplicado y ha pasado de 50.000 euros el año pasado a 100.000 euros. Esto ha permitido llevar a cabo algunas de las demandas históricas de las comparsas y las entidades colaboradoras, como mejorar la iluminación de la calle Rovira i Virgili y retirar algunos de los contenedores que hasta el momento dificultaban el paso de las carrozas durante el transcurso de la Rua de l‘Artesania.
Puntuales como de costumbre, a las seis de la tarde, los más fiesteros salieron de la avenida Ramón y Cajal.
Igual que en 2023, la comparsa Todos en Azul fue la encargada de dar por iniciada la Rua de l‘Artesania, demostrando una vez más que el Carnaval de Tarragona es cada vez más inclusivo. Todo un detalle por parte de la organización que las familias no pasaron por alto y lo agradecieron.
Tres comparsas participaron por primera vez en la Rua de l‘Artesania
Detrás, la Colla la Bóta ya estaba lista para reivindicar como de costumbre la presencia de la sátira en el Carnaval. La comparsa aprovechó la ocasión para criticar la falta de limpieza que hay en la ciudad.
Minutos después, las plumas, la purpurina y las coreografías se apoderaron de l‘Avinguda Ramon y Cajal. La primera comparsa en mostrar sus bailes fue Artífex. Nueva de este año, en su estreno ya demostró credenciales. De la misma manera que lo hicieron Pandora, con su iluminación y pirotecnia, y Golden Time.
Estas tres desfilaron por primera vez por las calles de la ciudad, ampliando el número de comparsas participantes y convirtiendo el Carnaval de 2024 en el más multitudinario hasta la fecha.
Los más pequeños disfrutaron de los vestidos de Tarraco de Luxe, los cuales hacían un guiño a los diferentes personajes de Disney, mientras la carroza de La Murga Matutina se abría paso al ritmo de una batucada. La comparsa, de la misma manera que lo había hecho minutos antes la Colla La Bóta, aprovechó el gran foco de atención para quejarse del precio del aceite.
Instantes después, el Club Vaixell volvió a contagiar de alegría a aquellos que los miraban con atención.
«Es de admirar toda la faena que hacen. Me parece muy bien que participen en la Rua de l‘Artesania, solo basta con ver la cara de alegría de todos los que participan», aseguraba María Hernández. Aunque la mayoría de las comparsas participantes apostó por las plumas, hubo quien prefirió arriesgarse, como la Comparsa La Unió, y salir de la zona de confort.
Eso sí, todas las miradas estaban puestas en Disc 45 y Som i Serem Urban Style, primer y segundo puesto hace justo una semana en la Disfressa d‘Or. Las temáticas: Día de los Muertos y patio de armas. Perfectamente sincronizadas, con unas coreografías ejecutadas a la perfección y con unos disfraces potentes, demostraron estar perfectamente capacitadas para ocupar uno de los primeros puestos.
El veredicto, pero, no será hasta el martes. A diferencia de otros años, las dos comparsas que salgan ganadoras de la Rua de l‘Artesania podrán escoger si quieren ser Rey o Concubina. Con todo, dos kilómetros de recorrido y casi cuatro horas de festival sirvieron para certificar que el Carnaval tarraconense es uno de los más potentes.
