Las lluvias de finales de octubre y el temporal de inicio de noviembre han dejado en un segundo plano uno de los problemas que afronta la ciudad en el último trimestre del año: la llegada de decenas de miles de estorninos que se asientan en las arboledas de la ciudad y provocan problemas de suciedad añadidos a los que ya de por sí son complejos en Tarragona.
Los estorninos llegan en bandada a Tarragona (entre otras localidades y ciudades de la provincia) con el inicio otoñal. Es un ave gregaria que viaja en bandos cuando el alimento escasea y se asienta allá donde lo encuentra. Los olivos de las zonas rurales, la presencia de charcas para agua... hacen de Tarragona una residencia temporal perfecta.
Y con la invasión de estos pájaros, ya sea el estornino negro (Sturnus sturnus) o el común (Sturnus vulgaris), o ambos mezclados, la ‘sinfonía’ que generan provoca malestar e incluso dolor de cabeza y otras enfermedades relacionadas con este estridente cántico.
El Ayuntamiento de Tarragona intenta ahuyentar desde hace ya algunos años a estos pájaros de la urbe y reducir el ruido estridente. Lo hace con altavoces repartidos en puntos estratégicos de la ciudad: plaza Imperial Tarraco, Rambla Nova, la Tabacalera, el paseo de la Independencia....
Un total de 18 equipos de sonido que de 17.30 a 19 horas aproximadamente emiten sonidos de aves rapaces o sonidos estridentes que provoquen la huida de estos estorninos de las zonas de la ciudad. A veces se consigue, otras muchas, no.
La suciedad también es un problema añadido a la llegada de estas aves gregarias
La llegada de estas aves, que se dejan oír cuando empiezan a cantar, generan problemas de salubridad para los vecinos que residen en las zonas donde se asientan. Solo falta pasearse por diferentes zonas de Tarragona con diminutos puntos negros de suciedad debajo de los árboles para poder afirmar que los estorninos han hecho allí un alto en el camino.
La lucha para espantarlos es compleja y aunque los altavoces están conectados unas 30 semanas, de principios de octubre hasta finales de marzo, ha veces la eficacia de esta alarma no es eficaz y lo único que consigue es simplemente un traslado puntual de este bando.