Tarragona quiere liderar un consorcio con el objetivo de impulsar la colaboración de las diferentes administraciones del país en materia de patrimonio. Este organismo estará formado por el Ayuntamiento, la Diputació, la Generalitat de Catalunya y el gobierno central. La idea es copiar el formato que se utiliza desde hace años en la ciudad de Mérida, bajo el nombre de Consorcio Ciudad Monumental de Mérida, y que por el momento está funcionando. La finalidad es que todas las instituciones participen de forma activa en la conservación y mantenimiento del conjunto histórico de la ciudad de Tarragona, justo ahora que se celebran los 25 años de su declaración como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO.
«Lo peor de todo es ir mendigando recursos para invertir en nuestro patrimonio. No lo podemos mantener solos, necesitamos el apoyo de todas las administraciones, pese a que este mandato ya hay previstas distintas inversiones», decía ayer el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, quien añadía que «el consorcio sería una medida que nos permitiría, como mínimo, trabajar con más planificación y previsión».
La propuesta de poner en marcha el consorcio patrimonial fue explicada por el mismo alcalde Viñuales al presidente Salvador Illa, el pasado mes de octubre, durante un encuentro en el Palau de la Generalitat. Según parece, Illa se comprometió a tirar adelante la iniciativa. Tanto que incluso un de sus colaboradores, Xavier Amor, el secretario de gobiernos locales, ha viajado hasta Mérida para conocer de cerca las claves del proyecto. También lo ha hecho el alcalde de Tarragona, quien mantuvo un encuentro con su homólogo de la capital extremeña.
«La mayor parte de nuestro patrimonio es de titularidad municipal, cosa que nos hace diferentes a otras ciudades, y no siempre para bien. Tenemos claro que nuestra obligación es conservarlo y tenerlo en las mejores condiciones, y así lo hacemos. Pero es importante poder contar con la colaboración de otras administraciones», apuntaba Viñuales. Cabe recordar que Tarragona es la única ciudad catalana Patrimonio de la Humanidad. «Una de las mil ciudades del mundo, y una de las 15 españolas», añadía el alcalde.
La idea es que el gobierno autonómico medie entre el Ayuntamiento y el Estado para que la administración nacional forme parte de este consorcio. «Por el momento, nosotros estamos trabajando con el gobierno autonómico. Cuando lo tengamos bien atado a nivel catalán, iremos a presentar la propuesta a Madrid», explica Viñuales.
La intención es que este consorcio vele por la conservación del conjunto patrimonial de Tarragona, cosa que también implicaría más inyecciones económicas por parte de todas las administraciones. Actualmente, la situación en Tarragona es un tanto caótica, teniendo en cuenta que la titularidad de los monumentos está repartida entre cuatro administraciones. Eso hace que la gestión sea más compleja. El consorcio busca ser un organismo conjunto, que facilite el mantenimiento de este patrimonio.
A modo de ejemplo, la Generalitat de Catalunya invierte en Tarragona 100.00 euros anuales para el mantenimiento y conservación del patrimonio histórico, mientras que en Mérida, la Junta de Extremadura aporta un total de 10 millones de euros.
Viñuales tiene la esperanza de que la herramienta del consorcio sirva para que las administraciones inviertan más y se sientan más interpeladas por las necesidades patrimoniales de nuestra ciudad.
Las prioridades
El gobierno municipal asegura que el patrimonio de la ciudad llega en buen estado de salud, cuando se cumplen casi 25 años desde que la UNESCO declaró Tarragona Patrimonio de la Humanidad. «Hablamos de monumentos con más de dos mil años de historia, lo que significa que siempre hay patologías. Lo importante es que no hay ninguno que se encuentre en situación de emergencia o urgencia», explicaba Nacho García, concejal de Patrimoni del Ayuntamiento de Tarragona.
Por su parte, el alcalde aseguraba que sus prioridades en esta materia pasan por tirar adelante el plan director del Amfiteatre Romà, y por revitalizar el patrimonio de la Part Baixa, como pueden ser el Teatre Romà, las Termes de Sant Miquel y las Fonts dels Lleons. «Para mí, recuperar las Termes de Sant Miquel debe ser una obligación», explicaba ayer el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales.