De facultad de Comunicació y Periodisme a centro de convenciones y, en un futuro próximo, residencia de la tercera edad. El edificio de El Seminari está a punto de iniciar una nueva transformación, después de que el Grupo Mimara haya obtenido luz verde para la aprobación inicial del plan especial, que permitirá adaptar unas instalaciones propiedad del Arzobispado en un centro residencial con capacidad para 96 personas.
La tramitación urbanística llega a la recta final después de que los promotores tuvieran que incluir un cambio de usos sobre el edificio. De acuerdo con las normas transitorias, este incluía la posibilidad de «hogar-residencia», lo que abría la puerta a un equipamiento de estas características, sin que los residentes pudieran recibir una atención asistencial.
Para ello, ha tenido que redactarse este plan especial, el cual introduce el uso «sanitario-asistencial». Esto permitirá «ampliar los usos, de forma que las personas puedan ser atendidas de acuerdo con sus necesidades». Así lo apunta la arquitecta del proyecto, Carla Bria, quien afirma que el documento «ha sido aceptado», por parte del Ayuntamiento, lo que ha permitido abrir el periodo de exposición pública.
Hasta el 12 de febrero
Esta fase de alegaciones culmina el próximo día 12 de febrero, cuando la administración pública deberá decidir «si puede seguirse adelante con la siguiente fase».
El proyecto cuenta con los informes favorables de Urbanisme, Patrimoni, Mobilitat y Seguretat Jurídica. «Cultura todavía puede plantear si tiene alguna duda técnica durante este periodo, pero de momento con todos los informes que tenemos ha podido aprobarse inicialmente», señala Bria.
La inversión proyectada oscila alrededor de los 4 millones de euros
El nuevo centro residencial ocupará las plantas dos y tres de los dos claustros del edificio. En total se habilitarán 73 habitaciones, de las cuales diecisiete serán dobles. «Se ha intentado que todo sean espacios individuales, tipo suit, lo que permitirá que los residentes, más allá del baño y una cama, también tengan un pequeño espacio para recibir a los familiares de forma privada», indica la arquitecta.
El centro dispondrá de enfermería, atención especializada, fisioterapia y duchas sensoriales. La peluquería, los espacios de atención especializada, yoga y meditación, además de las salas multisensoriales y panorámicas, complementarán los servicios de una residencia dotada también con biblioteca y salas polivalentes. «Hemos buscado el confort de los usuarios a partir de un edificio emblemático», indica Bria.
Precisamente, la ubicación es uno de los aspectos que quiere ponerse en valor. Especialmente pensando en aquellas personas con una vida autónoma. «Es un equipamiento que estará en el centro de la ciudad y es bueno que se ofrezca a los residentes que puedan salir y seguir con su vida, mientras estamos diciendo a la ciudadanía de Tarragona que puede envejecer en su ciudad», manifiesta.
El calendario «lo marcará el Ayuntamiento». Tan pronto como los permisos estén se habilitará la primera fase, teniendo en cuenta que el espacio está preparado y no hacen falta obras. «Cuando obtengamos luz verde podrá entrarse de forma rápida», afirma Bria.
Sin necesidad de obras
La implantación será por fases. Y es que, actualmente, hay una parte de las dependencias en las que residen los curas jubilados del arzobispado. Desde esta institución se está habilitando un nuevo edificio para que estos puedan moverse en un futuro. Mientras tanto, la residencia iniciará su actividad en la segunda planta y el claustro pequeño de la tercera planta, mientras que los religiosos seguirán en lo que ha sido su nueva casa en los últimos tiempos, hasta que puedan ser trasladados. Esta parte de las instalaciones sí que tendrá que ser reformada cuando quede libre.
El nuevo centro de la Part Alta generará unos cuarenta puestos de trabajo
La inversión para adaptar las nuevas instalaciones se sitúa alrededor de los cuatro millones de euros. Asimismo, está previsto que se creen cuarenta nuevos puestos de trabajo.
Según informó el Arzobispado de Tarragona, el acuerdo hace referencia al alquiler del espacio durante los próximos treinta años. El Seminari mantendrá la biblioteca y los estudios de teología. Asimismo, los residentes que así lo deseen podrán hacer uso de la capilla durante su estancia en el centro.