El Ayuntamiento de Tarragona cederá un terreno a la Generalitat de Catalunya para poder ampliar el CAP Torreforta-La Granja. Está previsto que mañana el pleno municipal dé luz verde a la operación, cumpliendo así con el acuerdo al que llegaron ambas administraciones el pasado mes de julio. Se trata de una histórica reivindicación vecinal. El ambulatorio que da servicio a la mayor parte de los barrios de Ponent ha quedado pequeño. En los últimos años, el equipamiento cuenta con barracones para poder ofrecer los servicios.
Ahora, con el terreno cedido, es la Generalitat quien debe contemplar una importante inyección económica para empezar las obras de ampliación. Por el momento, el Departament de Salut es hermético y no adelanta ningún dato.
La actual superficie del CAP es de más de 2.500 metros cuadrados y el terreno que el Consistorio cederá es de 2.000. La intención es llegar a los 4.500 m2, cifra que cumple con lo estipulado por el Servei Català de Salut, según la población usuaria del centro de atención primaria y la previsión de crecimiento demográfico en los próximos años. En la actualidad, el CAP tiene asignadas 27.700 personas, que pueden ascender a 35.000 en poco tiempo.
El pasado mes de julio, la consellera de Salut, Alba Vergès, se reunió con el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà. En ese encuentro la representante del ente autonómico pidió al Ayuntamiento la cesión de los terrenos adyacentes al edificio actual para poder llevar a cabo la ampliación del ambulatorio de Torreforta. La Generalitat asegura contar con un plan funcional que define las próximas actuaciones en el equipamiento. Por el momento pero, no está aprobado.
Lo único palpable que hay en toda esta historia es que, en los presupuestos que presentó el vicepresidente Aragonés, se contempla una partida –sin concretar la cantidad–, para redactar el proyecto de ampliación del ambulatorio. Por lo tanto, es casi imposible que veamos las máquinas sobre el terreno durante este año.
Este CAP es uno de los más perjudicados por los recortes en sanidad. Ha quedado pequeño y las listas de espera son cada vez más largas. En los últimos años, algunas de las consultas –como por ejemplo, pediatría– se han ubicado en barracones, justo en los terrenos municipales.
Ahora, todo parece indicar que el equipamiento podrá beneficiarse del nuevo modelo de financiación, que prevé ayudar a aquellos ambulatorios que más recursos necesitan por su realidad. La consellera Vergés aseguraba el pasado verano que «las desigualdades socioeconómicas generan desigualdades en salud. Por eso es necesario un refuerzo».
Según explica el concejal del Ayuntamiento de Tarragona, Hermán Pinedo, «la previsión es que se eliminen de una vez por todas los barracones y levantar obra en el mismo suelo». El edil asegura que se trata de «una necesidad social y demográfica para los barrios».
Consecuencia: listas de espera
Los representantes de los vecinos de los barrios de Ponent llevan años reivindicando la ampliación del equipamiento. Han creado incluso mesas de trabajo con las administraciones para agilizar los trámites. «El CAP ha quedado pequeño desde hace muchos años. Y el espacio es una de las causas por las que las listas de espera son cada vez más largas», explica Francisco Rosillo, presidente de la Associació de Veïns de La Granja, quien añade que: «¿Saben lo qué hacemos los que vivimos en los barrios de Ponent? Vamos directamente a Urgències del Joan XXIII».
Según explica Úrsula Marín, representante de la Asociación de Vecinos Progresista de Torreforta, «cuando pides hora al médico de cabecera, te la dan para al cabo de un mes, como mínimo. Por eso decidimos irnos directamente al hospital». Marín pide que la ampliación de las instalaciones vaya acompañada de un aumento del personal. «Sino, estaremos en las mismas», añade la líder vecinal.
Mañana, el pleno dará el vistobueno a la cesión de los terrenos. Entonces, será la Generalitat quien deberá poner voluntad y dinero para que la ampliación del CAP Torreforta-La Granja pase de ser una reivindicación a una realidad.