Renovarse o... seguir pagando una morterada. Vistos los más de cinco millones de euros que se abonan cada año entre las facturas y el mantenimiento por la iluminación de la ciudad, el Ayuntamiento de Tarragona ha puesto en marcha un plan de acción para actualizar las instalaciones, bajar el consumo, reducir la contaminación lumínica y moderar entre un 65% y un 87% el gasto por los recibos que genera actualmente en la vía pública, a raíz de los 30.000 puntos de luz que hay en el término municipal, así como en los equipamientos deportivos.
Un dato rebela la situación actual. A día de hoy, solo un 16% de los puntos de luz de la ciudad es de tecnología LED (5.000 sobre 30.000), un hecho que comporta que «tengamos un largo recorrido aún por hacer», según afirma el edil de Via Pública, Guillermo García (PSC), quien reitera la voluntad del ejecutivo local por «asumir como una prioridad el reto de la transición energética», teniendo en cuenta que «es posible que algún día la Unión Europea nos marque un calendario de obligado cumplimiento para ejecutarlo».
Todo el Parc del Francolí
Por ello, en una primera fase, el consistorio impulsará a corto plazo la sustitución del 10% del alumbrado de toda la ciudad, lo que se traduce en el cambio de unos 3.000 puntos para ahorrar, según las estimaciones de los técnicos municipales, unos 368.000 euros anuales a partir del 2025 en el pago de las facturas lumínicas.
La mayor parte de la actuación se llevará a cabo mediante un proyecto elaborado para lograr un crédito de un millón de euros sin intereses ofrecido por el Ministerio de Transición Ecológica, que se devolverá en diez años y que cubrirá toda la inversión. Con este plan, se cambiarán a tecnología LED 1.242 unidades: 353 de la Plaça Imperial Tarraco, 342 de Sant Salvador, 210 de Sant Pere i Sant Pau, 129 del Parc del Francolí, 100 del Passeig Rafel Casanovas y l’Arrabassada, 74 de la rotonda Europa y su entorno, 48 de Vidal i Barraquer, 40 del Passeig Torroja, 26 del entorno del cementerio y 84 de vapor de mercurio de toda la ciudad.
Con esta actuación, que aún no ha sido aprobada por el Gobierno Central, se reducirá la potencia instalada de 349,97 kW a 107,08 kW, «mejorando la eficiencia energética de las instalaciones», según destaca García. Asimismo, también está previsto bajar el consumo, que pasará de 1.181.819 kWh a 281.050,88 kWh al año, lo que se traduciría en un ahorro de 201.148 euros anuales según las previsiones de los ingenieros de la Plaça de la Font.
623 entre Via Augusta y Rambla
Subvención estatal aparte, el foco del consistorio se situará principalmente en dos actuaciones: la Via Augusta y la Rambla Nova, donde en global se renovarán 623 puntos de luz (564 en la vía que conecta con Llevant y 559 en el centro neurálgico de la ciudad). Estas actuaciones se financiarán mediante dos subvenciones de la Diputació de Tarragona. En la Via Augusta, el ahorro económico que se logrará será de unos 49.000 euros anuales, por los 57.000 de la Rambla Nova.
Se cambiarán las luces de los pabellones y piscinas para bajar un 50% su consumo y la potencia
Otras tras actuaciones de calado se realizarán en tres polígonos de la ciudad: Les Gavarres, Entrevies y Riu Francolí. La renovación en estos emplazamientos ya está muy avanzada, con el material comprado y la obra en trámite de concurso público para determinar la empresa. En el emplazamiento comercial se renovarán 138 puntos de luz para sumar un gasto inferior en 2025 en 19.000 euros. Asimismo, en el Entrevies se actualizarán 105 unidades para ahorrar casi 18.000 euros en 2025, mientras que en Riu Francolí se cambiarán 116 puntos para gastar 20.254 euros menos dentro de dos años.
«Asumimos como una prioridad el reto de la transición energética». Guillermo García, concejal de Via Pública
Otro punto donde se actuará será en Ferran, cuya obra ya está adjudicada y solo pendiente de que la compañía inicie la ejecución. Allí se sustituirán 56 luces para sumar un ahorro anual de 5.000 euros. Asimismo, en el Parc de la Ciutat también se quiere actuar en 135 unidades para sumar un ahorro menor: 294 euros anuales. Esta acción, sin embargo, está todavía pendiente de informes y de consignación presupuestaria.
Paralelamente, y ya sin ahorro económico, el gobierno local cambiará algunos puntos de luz que, sin suponer ninguna reducción del gasto, sí que serán importantes para «reducir la contaminación», según indica Guillermo García, quien añade que algunos de los puntos de luz que hay en la actualidad «son muy antiguos, contaminan mucho porque son de vapor de mercurio y, además, ya no tienen recambios». Estos son los casos, por ejemplo, de la Plaça Alcalde Lloret o la fachada del propio Ayuntamiento.
Cuando se haya completado todo este proceso, el consistorio pasará del actual 16% de LED a un 26%. Asimismo, la implementación de la nueva tecnología permitirá, asimismo, actualizar el sistema de iluminación por otro que facilitará una gestión «adaptada a cada momento y época del año». En este sentido, los técnicos podrán «controlar la intensidad de la luz», reduciendo de esta forma, además del gasto y de la potencia, la contaminación lumínica.
«Tenemos claro que debemos cambiar las luces por un tema económico y de eficiencia energética». Berni Álvarez, concejal de Esports
En el Anillo Mediterráneo
Otro de los ámbitos en los que se actuará será en los equipamientos deportivos. En una primera fase, el Patronat d’Esports renovará la iluminación de cuatro pabellones (Riuclar, Campclar, Serrallo y Sant Salvador) y de seis recintos acuáticos (Riuclar, Campclar, Serrallo, Sant Salvador, Bonavista y Sant Pere i Sant Pau) con una inversión de unos 200.000 euros. En una segunda fase se actuará en el Anillo Mediterráneo. El objetivo es bajar un 50% el consumo y la potencia.
«Tenemos claro que debemos ir cambiando las luces por un tema económico y de eficiencia energética. Tras los pabellones, las piscinas y el Anillo Mediterráneo, también los renovaremos en los estadios de fútbol», detalla el concejal de Esports, Berni Álvarez (PSC).
