El Ayuntamiento de Tarragona no se conformará con una biblioteca en la Tabacalera que «sea menos que la de Girona». Así de clara se muestra la portavoz del PSC y del gobierno municipal, Sandra Ramos (PSC), en una entrevista que saldrá mañana publicada en este periódico.
La también concejal de Cultura reconoce en la conversación con el Diari su «optimismo» tras las dos primeras reuniones de la comisión formada entre consistorio, Generalitat y Estado para definir el futuro de la biblioteca provincial, que la administración municipal tiene claro que quiere en la Tabacalera. «Es el único lugar en el que se garantizan los metros cuadrados que necesitamos. Ya le digo que no aceptaremos menos que la que se hizo en Girona. Las necesidades son las que son y en materia de bibliotecas vamos con mucho retraso», resalta la portavoz socialista.
Por detrás de Girona y Lleida
En la capital de la Costa Brava, en 2014 se inauguró el recinto Carles Rahola, convirtiéndose en la biblioteca más grande de Catalunya, con 7.121 metros cuadrados de superficie útil que dan cabida a casi 300.000 documentos, un auditorio, salas de conferencias y una cafetería, tras una inversión de 15,6 millones de euros.
A la práctica, la exigencia de Tarragona supondría triplicar el actual espacio que tiene ahora la principal instalación de la ciudad, situada en la calle Fortuny con una superficie de 2.641 m2. La sede, por la que pasan cada día en torno a 600 personas y que cuenta con un fondo de más de 230.000 ejemplares, hace años que se quedó pequeña. De hecho, la situación de Tarragona es incluso peor que la de Lleida, ya que la biblioteca de la capital de la Terra Ferma tiene el doble de capacidad que la tarraconense: 5.000 m2.
«Es un escándalo que en Tarragona estemos al nivel de Montbrió del Camp: tenemos una biblioteca municipal de 300 metros cuadrados», lamenta Ramos, en referencia al hecho de que la propiedad de la de la calle Fortuny es del Estado con gestión de la Generalitat, mientras que la principal que gestiona el Ayuntamiento es la Pepita Ferrer, de Torreforta. «Tenemos muchos deberes pendientes, el Pla Biblioteques es una de las grandes prioridades de este mandato», reconoce la concejal.
Por todo ello, el ejecutivo de la Plaça de la Font enfatiza que el objetivo debe ser ubicar la biblioteca de referencia en la Tabacalera, si bien no está claro si iría en un almacén o en la parte noble. «Es un espacio único, podría ir al edificio central. Queremos una inversión histórica que suponga una nueva centralidad cultural junto al río y los barrios de Ponent».
¿En marcha el plan en 2024?
Tras años de negociaciones con la Dirección General del Libro, ahora el consistorio quiere que los Presupuestos Generales del Estado del 2024 incluyan ya una partida económica para el proyecto, ni que sea para la redacción del plan. «El PSC pedirá el dinero que sea necesario», detalla Ramos, quien reconoce que el tiempo apremia porque «justo en la segunda reunión de la comisión se estaba votando la investidura de Pedro Sánchez».
De hecho, la cuenta atrás para las cuentas tiene un calendario «ajustado», según resaltan fuentes de la Subdelegación del Gobierno Central en Tarragona, que reconocen «apoyar sin fisuras» la petición del consistorio, pero tienen dudas sobre si el plan podrá tener partida en las cuentas que se podrían aprobar en «febrero o marzo» o si la posible partida va directamente a los presupuestos del 2025.
«Sabemos que Ayuntamiento y Generalitat quieren la biblioteca en la Tabacalera. El Estado trabajará para ello, ya que la propuesta suena muy bien, pero el equipo del Ministerio de Cultura ha cambiado de partido y antes de tomar una decisión deberán hacerse informes internos», se detalla desde la Plaça Imperial Tarraco.
Jordi Collado, de ECP y con conexión con Sumar –que dirige la cartera de Cultura con el ministro Ernest Urtasun–, indica que la voluntad del partido es «apostar fuerte por las bibliotecas como elemento de transformación social y cultural». Pese a ello, remarca que «primero, el consistorio debe hacer los deberes actualizando el Pla de Biblioteques», tras «años de nula inversión».
TGN gestionaría la de Fortuny
Si la Operación Tabacalera sale bien, la idea del consistorio es que la actual de la calle Fortuny se convierta en la biblioteca municipal del centro de la ciudad, que pasaría a ser gestionada directamente por el Ayuntamiento.
Asimismo, la primera fase del Pla Biblioteques se cerraría con el traslado de la Pepita Ferrer al Mercat de Torreforta y el nuevo complejo de Sant Pere i Sant Pau. Por lo que se refiere a la de Ponent, en 2024 será la principal inversión municipal prevista en los presupuestos municipales, con una inyección económica de 1,9 millones de euros. Asimismo, el cuarto objetivo es transformar el actual punto de lectura de SPSP en una nueva biblioteca «a lo largo de este mandato».