Sulayman Kijera tiene 19 años, es originario de Gambia y llegó a España solo, en patera, cuando todavía era menor de edad. Es una etapa que prefiere no recordar.
Lo cuenta en un buen español a la par que explica que su principal motivación para emprender solo tan peligrosa aventura fue «buscar las oportunidades que no tuve en mi país para estudiar».
Sulayman es uno de los jóvenes que este año ha formado parte del programa Incorpora Joven de Fundació ‘la Caixa’. Sara Soria, técnica de inserción de la Fundació Getis, entidad colaboradora del programa, explica que el joven «vino por su propia cuenta, porque había escuchado a un compañero hablar de nosotros. Es alguien que, pese a su edad, se busca la vida, llama, pregunta... Siempre está buscando qué puede hacer para formarse», relata.
La mayoría de los jóvenes que participan en este programa son derivados por Serveis Socials o por otras entidades. La condición principal para poder entrar es que hayan estado tutelados por la administración. En caso contrario, tienen que cumplir una serie de requisitos: falta de estudios, poca o nula experiencia laboral, poca red de apoyo, poca autonomía personal y exclusión residencial. Además, deben tener una edad entre los 18 y 24 años. Sulayman los reunía todos.
En busca de una oportunidad
Sara explica que el acompañamiento que se hace durante el programa es integral y a la medida de lo que necesita cada chico.
Una de las claves es la formación. Aquí se incluye, por una parte, la búsqueda de cursos acorde con las necesidades e intereses del joven y, por otra, las habilidades que hacen falta en cualquier empleo. Se abordan competencias como la puntualidad, la responsabilidad, la disposición o el trabajo en equipo. Les enseñan, además, cómo hacer un currículum y ensayan con ellos cómo enfrentarse a una entrevista de trabajo.
Por el camino, apunta la técnica, algunos jóvenes que habían dejado los estudios buscan la manera de reincorporarse porque se convencen de que es lo que necesitan para seguir adelante.
En muchos casos, se trata de personas que viven situaciones muy complicadas y no pueden cubrir necesidades básicas, lo que dificulta que puedan seguir cualquier plan. En el caso de Sulayman, por ejemplo, le entregaron una tarjeta de transporte para que pudiera ir a los cursos (ahora que tiene trabajo la tarjeta se la paga él). Le ayudaron también a encontrar una habitación para alquilar.
Lo que buscan las empresas
La otra parte del trabajo es la prospección con las empresas para explicarles en qué consiste el proyecto. «Muchas veces no nos exigen habilidades técnicas, sino alguien con ganas de aprender y de integrarse en el equipo», explica Soria.
Todo el seguimiento vale la pena, cuenta la técnica. Ha visto como cambia la vida a muchas personas. Recuerda, por ejemplo, el caso de una madre muy joven. Trabajaba unas pocas horas limpiando oficinas y, tras pasar por un programa de formación inicial (PFI) de atención al cliente y recepción, encontró un empleo en una empresa de 8 a 3. Ahora no solo tiene un trabajo estable sino que puede compaginarlo con el cuidado de su hijo.
En el caso de Sulayman, cuando llegó al programa ya había hecho una primera formación en cocina y había trabajado en un hotel. En el programa le ayudaron a mejorar sus competencias y al poco tiempo también a encontrar trabajo en un restaurante de Cambrils, donde está muy contento. Ahora ha decidido dar un paso más y trabajará solo los fines de semana para poder hacer una formación de lunes a viernes como operario de logística. «Siempre quiero estudiar más, quiero más valor en mi currículum», recalca.
Reconoce que con la estabilidad que tiene está mucho más tranquilo y así se lo cuenta a su familia. No piensa parar de formarse, dice. Le gusta la informática y quiere que lo siguiente sea hacer un grado medio. Está muy agradecido con el programa «es muy difícil estar aquí solo, para buscar trabajo, para todo...» Su idea es quedarse a vivir en Tarragona: «porque me gusta mucho y he hecho amigos paisanos y españoles».
El programa: más de 600 nuevos puestos de trabajo
El programa Incorpora, de Fundació ‘la Caixa’, ha facilitado la cobertura de 603 puestos de trabajo en la demarcación de Tarragona durante el primer semestre del 2024. Del total de inserciones conseguidas, 327 fueron de mujeres, y 276, de hombres. Además, 211 eran personas con discapacidad, y 392, en riesgo o en situación de exclusión. El programa ha contado con la colaboración de 300 empresas, de las cuales 111 participaban por primera vez.