«La Atención Primaria –tanto a nivel de médicos de familia como de pediatras– se desangra y hay que cortar esta hemorragia. Aún estamos a tiempo». Esta es una de las preocupantes advertencias que desde el Foro de Médicos de Atención Primaria se lanzó ayer a la opinión pública en una rueda de prensa donde se presentó una campaña informativa para concienciar a la población de la importancia de este nivel asistencial.
Los integrantes de este foro médico ofrecieron una visión catastrofista de la Atención Primaria y exigieron a las administraciones una actuación urgente para intentar salvar una asistencia sanitaria que «si no se actúa rápido la perderemos en 2030», advirtió María Fernández, presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).
Durante la rueda de prensa se lanzaron muchos datos y cifras, todos ellos extremadamente preocupantes. Por ejemplo, que la falta de médicos de familia se verá especialmente agravada durante los próximos años. «El envejecimiento de la profesión médica es una realidad. Uno de cada tres tiene más de 60 años, y dos tercios, más de 50», aseguró Hermenegildo Marcos, vocal de la Organización Médica Colegial de España.
Sobre este dado, Concepción Sánchez, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), criticó que el Plan de Acción de Atención Primaria (2022-2023) no especifica cómo se van a cubrir las jubilaciones en los próximos cinco o seis años, cuando el 23,5% de los pediatras y el 33,2% de los médicos de familia –es decir, uno de cada cuatro y un tercio, respectivamente– superan los 60 años de edad.
De los 42.000 médicos que trabajan en atención primaria, solo el 14% tiene menos de 40 años, lo que supone un problema de relevo generacional importante.
En total, este nivel asistencial adolece de un déficit de 4.720 médicos y 1.304 pediatras, cuando paliarlo apenas supondría 280 millones de euros, según los cálculos que expuso.
La provincia de Tarragona no queda al margen de esta preocupante situación que vive la Atención Primaria. Manuel Carasol, secretario del Col·legi Oficial de Metges de Tarragona, recuerda que «la situación que se ha expuesto en el Foro de Médicos de Atención Primaria es tal y como están las cosas. No hay nada nuevo y Tarragona también lo está sufriendo».
La realidad es que en nuestra provincia también existe una escasez real de recursos humanos. «No hay médicos y en el Camp de Tarragona la situación es peor. Somos una provincia en la que los MIR son de fuera de Catalunya y cuando acaban la residencia se van. En el caso de la Atención Primaria la situación es acuciante y a día de hoy hay muchas plazas de médicos que no se cubren. Hacen falta ya, porque todo esto genera una tensión entre los profesionales y una sobrecarga de trabajo en el equipo», asegura el secretario del Col·legi Oficial de Metges de Tarragona.
Si no se ponen los medios suficientes, la situación será crítica en los próximos 10 años, con la jubilación de muchos médicos. En el caso de la provincia de Tarragona, donde hay 2.500 médicos colegiados activos, se espera la jubilación de 167 médicos de familia, de los 722 que hay. Eso significa que uno de cada cuatro médicos de familia de la provincia de Tarragona (un 23%) colgará la bata desde ahora hasta el 2032.
Inversión
Inversión. Esta es la clave para intentar revertir la delicada situación de la Atención Primaria. Carasol lo tiene claro: «Hay que dotarla de más recursos para que el médico pueda hacer de médico y no de administrativo sanitario. También para crear atractivo y valor, nuevas capacidades y nuevas habilidades para que los profesionales se sientan atraídos por esta especialidad».
El Ministerio de Sanidad ha ofertado este año 8.188 plazas de Formación Sanitaria Especializada, de las que 2.336 han sido para medicina de familia, 494 de ellas de pediatría, pero las autoridades continúan sin hacer nada para hacer más atractiva esta especialidad.
«La Atención Primaria ha sido maltratada por las instituciones y hasta por las propias universidades», lamentó la presidenta del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), Luciana Nechifor, quien apeló a la necesidad de que se aumente su peso en los currículos formativos de grado universitario para hacerla más notoria para los estudiantes, aunque no se podrán atraer si no se erradica la precariedad laboral y asistencial «a la que están sometidos los médicos y médicas especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria y pediatras de Atención Primaria. Que la vocación no sea una excusa para paliar las debilidades del sistema».
Todo ello ha sido expuesto por el Foro desde el pasado mes de abril en «varios emails» al Ministerio de Sanidad, del que no han obtenido aún respuesta, lo cual les hace pensar en «una falta de interés por lo que está ocurriendo», señaló ayer María Fernández. La atención primaria, recordó la presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, «lleva contra las cuerdas muchos años», pero «como sigamos así, en 2030 nos vamos a quedar sin ella», advirtió la doctora, quien abogó, entre otras cosas, por la necesidad de recuperar una calidad asistencial y desburocratizar unas consultas a las que la pandemia de covid-19 ha terminado de rematar.
Por su parte, Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, advirtió de que «nuestro Sistema de Salud está claramente en peligro. Habrá una deriva de sanitarios hacia la atención privada o hacia otros países». El secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, Gabriel del Pozo, alertó de la enorme preocupación por la Atención Primaria, con la «tremenda sobrecarga a nivel laboral, psíquica y de presión por parte de una Administración que no ofrece soluciones».
